El lunes último se produjo un hecho singular en la historia de las finanzas del país. Por primera vez, el Gobierno colocó bonos en guaraníes en el mercado internacional. Lo llamativo no fue solo llevar a cabo esa original operación, sino que la oferta en moneda paraguaya fue tan bien recibida por los inversionistas del mundo, que la demanda fue 2,5 veces más que el monto ofrecido en la ocasión. Lo que habla del interés que existe por hacer negocios con nuestro país, debido a su trayectoria de buen pagador y a que se lo considera una de las naciones mejor posicionadas financieramente en esta parte del mundo.
Desde el punto de vista político, puede considerarse como un gol de media cancha para la administración gubernamental, pues significa un espaldarazo internacional pocas veces visto en la historia del país.
En la ocasión, se emitieron bonos por valor de 1.000 millones de dólares, la mitad de los cuales se hizo en nuestra moneda local. La aceptación de la oferta paraguaya fue tan grande, que la demanda de los inversionistas superó los 5.000 millones de dólares, lo que representa la señal más elocuente de la confianza que existe en nuestro país. Los bonos en moneda local recibieron propuestas de compra por 1.200 millones de dólares (2,5 veces más que el monto ofertado), en tanto que los emitidos en dólares recibieron ofrecimientos por 4.100 millones de dólares, una cifra 8 veces superior al monto que se puso en oferta. Se obtuvo una beneficiosa tasa de interés del 7,9 %, menor al 8,7 % de países que ya cuentan con grado de inversión.
La operación bursátil fue tan exitosa que mereció el comentario del propio presidente de la República. “Paraguay hace historia emitiendo por primera vez bonos en guaraníes en el mercado internacional. Esto significa que a partir de ahora empresas paraguayas podrán emitir al exterior, tanto en guaraníes como en dólares, ya que tendrán una tasa de interés de referencia para hacerlo”, destacó el mandatario. Teniendo en cuenta que la demanda de los interesados superó ampliamente lo ofrecido, dijo que el hecho es “una muestra del gran momento de la economía paraguaya. Este es un gran paso para nuestro país. Paraguay va hacia adelante”, aseveró.
El ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández Valdovinos, dijo que “la confianza en nuestra moneda y en las políticas implementadas por el Gobierno ha permitido que, por primera vez, sean emitidos bonos en guaraníes en dicho mercado”. Explicó que los recursos conseguidos por la colocación de los bonos se utilizarán para financiar las obras públicas proyectadas en el Presupuesto General de la Nación (PGN) 2024, y para amortizar las deudas con proveedores heredadas del gobierno anterior. Otra parte se destinará para la cobertura de otros pasivos.
Para destacar la aceptación que tienen los bonos de nuestro país en el mercado, hay que señalar que los títulos emitidos en guaraníes tuvieron como interesados 60 inversionistas internacionales, en tanto que la deuda en dólares tuvo más de 150 entidades atraídas por los papeles de la deuda paraguaya. Estos se colocaron a una tasa inferior a la del promedio regional y muy cercana a la que acceden los países que han alcanzado el grado de inversión, de acuerdo con las explicaciones oficiales.
La gran aceptación internacional que ha tenido la emisión de bonos de la deuda paraguaya, más de 200 interesados en adquirirlos, es para ponerle contento hasta al más pesimista. Porque constituye un signo evidente de la credulidad que tiene el mercado internacional en la solidez de la economía paraguaya y en la conducción que está realizando el Gobierno. En ese sentido puede considerarse un gran espaldarazo a la gestión que está liderando la administración que comenzó a dirigir el país en agosto último.
Cuando los hechos cantan, y con tanta elocuencia, no se puede ignorar la realidad. Es que el Paraguay ha ganado la consideración internacional en un grado muy alto, que constituye una miopía inexplicable tratar de ignorarla. Más bien hay que capitalizarla lo más posible para atraer a más inversiones que ayuden a repuntar la actividad económica, con todo lo que implica en empuje financiero y en mayor oferta de puestos de trabajo.