A medida que van transcurriendo los meses, se van conociendo nuevos datos de la situación eco­nómica del país. A pesar de que no todo está mejorando al mismo ritmo, existen elementos que van dibujando con precisión la recuperación de la vida econó­mica del Paraguay, que marcan la convic­ción de que este es un buen año económico, como preveían los estudios.

El comercio exterior paraguayo está viviendo un buen momento, con todo lo que ello implica para la salud económica de la nación. En los diez primeros meses del año las exportaciones crecieron en 23,6 % comparado con igual período del año pasado, en tanto que las importaciones tuvieron un repunte del 3 % en ese mismo tiempo.

De acuerdo con los registros del Banco Central del Paraguay (BCP), la recupera­ción del sector agrícola ha hecho que las exportaciones hayan crecido hasta alcan­zar una facturación de 14.438,1 millones de dólares al 31 de octubre último. Si se com­para con los 11.682,0 millones de dólares que se habían facturado en los 10 primeros meses del año pasado, se tiene un alza de 2.756,1 millones de dólares, lo que repre­senta un 23,6 % más. Este incremento es para apuntalar el optimismo que se regis­tra en otros sectores.

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Si se tiene en cuenta que las importaciones realizadas en ese mismo lapso alcanzaron 12.921,0 millones de dólares, existe una diferencia de 1 millón 517,1 mil dólares, que representa el superávit comercial del período. Esa es la ganancia neta obtenida en lo que va del año comparando la plata que se gasta para importar con la que se obtiene con las ventas al exterior.

Lo más importante, y que hay que remar­car, es que a pesar de que las compras del exterior han tenido un aumento, en el balance final el país ha obtenido más ingresos que egresos, lo que resulta alta­mente conveniente porque constituye un superávit comercial. Esto quiere decir que ha entrado mayor cantidad de divi­sas que las que se ha tenido que enviar por las compras realizadas, cosa decidi­damente muy importante para las finan­zas nacionales, siempre necesitadas de recursos monetarios para cubrir sus requerimientos.

El superávit en el comercio exterior forma parte de un todo que en promedio está teniendo buenos números para la vida económica en lo que va de este año. Hasta setiembre último, la economía ha regis­trado un crecimiento del 5,3 % mediante el buen comportamiento de algunos sec­tores importantes, como la generación de energía y la expansión de los servicios, de acuerdo con los estudios de las autoridades económicas.

Según los datos procesados por la banca matriz, los servicios tuvieron desempeños interanuales positivos en las actividades de los restaurantes y hoteles, servicios a los hogares, el comercio en general, servi­cios gubernamentales y la intermediación financiera. “Para el cierre del año se espera un desempeño acumulado favorable de la agricultura, consecuencia, principalmente, de la mayor producción de soja, arroz, caña de azúcar, mandioca, sésamo y yerba mate”, indicó uno de los técnicos del BCP.

Es significativo encontrar en la vida del país elementos objetivos que van indi­cando con propiedad la dirección que va tomando la marcha de los días para poder actuar de acuerdo con las necesidades. Porque no hay nada peor que caminar en la oscuridad y sin saber el rumbo. Así como un productor agrícola necesita saber las probabilidades de lluvias para el manejo adecuado de sus cultivos, de ese modo la sociedad requiere información sobre el curso que va tomando la actividad eco­nómica. Necesita conocer las tendencias posibles de los precios de productos, el clima del comercio internacional, qué faci­lidades crediticias existen, qué tendencias políticas están ganando terreno, a qué con­viene apostar a la hora de realizar inversio­nes, dónde y cuándo conviene hacerlas.

Por eso es bueno conocer en qué condi­ciones se encuentra el mundo en el que estamos, qué está pasando en el medio en que vivimos, cuál es la temperatura de la situación que nos afecta. Saber si estamos haciendo lo que nos llevará a obtener lo que pretendemos.

Afortunadamente, la realidad que está envolviendo actualmente a nuestro país tiene elementos muy positivos que hacen creer que se irán conquistando los objeti­vos propuestos, y que no se está detrás de una quimera.

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