La semana pasada se conoció la decisión oficial del Gobierno de los Estados Unidos de permitir el ingreso de la carne vacuna paraguaya a ese mercado. Ocurre luego de 25 años de los últimos embarques del producto nacional a esa enorme nación. Para un país productor y exportador como Paraguay, es una excelente noticia, porque con ello se ampliarán las posibilidades de ventas, en especial a un mercado grande y valorado como el mencionado. Esta noticia era esperada desde hace algún tiempo, pues los organismos técnicos y los gremios del sector privado venían trabajando para obtener la autorización que se conoció últimamente. Es un paso importante en la tarea de aumentar cada vez más las exportaciones para obtener mayor cantidad de divisas para nuestra economía que necesita crecer a un ritmo más veloz.
El presidente Santiago Peña expresó su alegría por la noticia señalando que es un gran triunfo para nuestro país. “Es el logro de mucha gente, del sector privado, de ganaderos que han hecho enormes inversiones, del sector de la industria frigorífica y, por supuesto, acompañados por la autoridad sanitaria nacional. Estoy seguro de que este es el inicio de grandes noticias para el sector de la industria cárnica. Estamos buscando que Paraguay pueda acceder a más mercados en lo que son la carne porcina y aviar. Esto generará más fuentes de trabajo e ingresos para el Paraguay”, afirmó.
El ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez, calculó que por las exportaciones de carne a EE. UU. podrían ingresar inicialmente al país alrededor de 60 millones de dólares en forma anual.
“Fue un día histórico, luego de décadas de intento, Paraguay finalmente tiene cupo dentro de uno de los mercados más exigentes e importantes a nivel mundial, que es el americano. No es un hecho menor, es un esfuerzo de todos los productores pecuarios, los ganaderos, la industria y el servicio público, con lo que ahora estamos en el sitial más alto”, manifestó Giménez cuando fue consultado por la apertura del mercado estadounidense.
La cuota otorgada a los países productores de bovinos de la región, Argentina, Brasil y Uruguay, es de alrededor de 70.000 toneladas anuales, en que nuestro país podría conseguir un cupo de 10.000 y hasta 20.000 toneladas. Pero debe entrar a competir buscando compradores. Suponiendo que llegue a exportar 10.000 toneladas, el ingreso de divisas podría alcanzar 60 millones de dólares, de acuerdo con los cálculos realizados en el Gobierno.
El hecho de que nuestro país pueda volver a venderle carne bovina a los Estados Unidos es una excelente noticia, porque constituye un triunfo de los que gestionaron esa posibilidad. Al mismo tiempo, constituye una victoria de los productores que han podido conseguir una alta calidad en la carne vacuna mediante el esfuerzo de muchos años de dedicación por obtener una importante calificación. Pero es también un compromiso para seguir mejorando la calidad alcanzada y ampliar la producción para ir vendiendo a nuevos mercados.
Poder colocar el producto paraguayo en el país del norte es un espaldarazo publicitario, en el sentido de que con ese cartel se podrá conseguir la anuencia de más naciones para aceptar la carne nacional. Si bien se está exportando a varios países del mundo, los principales compradores son hasta ahora Chile y Rusia, lista de importadores que podría aumentar a partir de ahora.
Otro aspecto importante es que, al tener más clientes y mayor facturación, las industrias cárnicas podrán invertir más para incrementar su producción, lo que significará también aumento de puestos de trabajo, con sus beneficios para la gente. El alza del ingreso de divisas tendrá sin duda un fuerte efecto multiplicador en la actividad económica del país.
La apertura del mercado norteamericano hay que celebrarla como un hecho positivo. Ahora se debe trabajar para concretar las ventas a un país que tiene un cupo limitado de compra que actualmente está ocupado por otras naciones, con las que habrá que pugnar en calidad y precio. Es un nuevo e importante desafío para los empresarios nacionales, que tienen la ventaja de estar acostumbrados a competir de manera constante. Ahora tienen nuevas posibilidades de ganar más con mayor trabajo y esfuerzo. Y deberán aprovechar esta flamante oportunidad.