El miércoles último el presidente Santiago Peña presidió un acto en el Palacio de López y entregó sub­sidios y ayudas para la compra y la construcción de 2.200 viviendas en todo el territorio nacional, que están financiadas por varios programas que lleva adelante el Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábi­tat (MUVH). A primera vista parecía un acto como cualquier otro, con participación de mucha gente y el ruido de los encuen­tros multitudinarios, al que los medios de comunicación no le dieron mayor impor­tancia. Pero la extraordinaria dimensión de la ayuda a miles de familias paraguayas merece consideración.

Las 2.200 soluciones habitacionales inclu­yen 1.209 subsidios para construir casas con financiación del ministerio del ramo. A las que hay que agregar la construcción de 434 viviendas para indígenas en los departamentos de Boquerón, Alto Para­guay y Presidente Hayes. También se tiene contemplado el subsidio para mejorar 120 viviendas en el Área Metropolitana de Asunción, con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), al que hay que agregar otro proyecto finan­ciado por el mismo banco para construir 56 viviendas sostenibles para las familias de la Chacarita Alta de Asunción. Entre la ayuda entregada se contempla el financia­miento para adquirir 64 viviendas termi­nadas o a ser construidas en lotes propios del programa Mi Vivienda. Un capítulo especial es la subvención para 17 familias integradas por personas con discapaci­dad o enfermedades crónicas. También se incluyen 300 casas sociales para familias en situación de vulnerabilidad.

Los programas y proyectos habitaciona­les cuyo financiamiento fue entregado por el primer mandatario demandarán la suma de 207 mil 883 millones de guara­níes. Para tener una idea de su dimensión hay que señalar que equivale al salario mínimo mensual de 77.563 trabajado­res. Esos fondos forman parte de dinero del Estado paraguayo, de donaciones de la República de China (Taiwán), de présta­mos del BID y de aportes de la Itaipú Bina­cional. Para el año entrante se desea con­seguir más financiamiento para apoyar la construcción de mayor cantidad de casas para dar cumplimiento al programa del Gobierno que tiene entre sus prioridades dar casas a los paraguayos.

El presidente Santiago Peña señaló durante el acto que el Gobierno va a poner más esfuerzo para que ningún paraguayo vaya a dormir sin tener un techo propio. Tarea para la que espera un arduo trabajo, según reconoció.

“Nuestro corazón rebosa de alegría junto con 2.200 familias que van a ver realidad el sueño de una casa propia, la casa que no es solamente ladrillos, tejas, sino también la seguridad que da una casa propia, no solamente para enfrentar los problemas climáticos. Pero también nuestro corazón duele al saber que todavía faltan muchí­simas familias más que todavía no tienen la dicha de tener una vivienda propia”, señaló el primer mandatario.

Mirando los números y teniendo en cuenta el valor de los diversos programas que beneficiarán a varios miles de personas de distintos puntos del país, la entrega de los subsidios es un hecho de alta significación económica y social. Porque no se trata solo de entregar casas, sino de encontrarle la solución al problema de millares de para­guayos que por falta de suficientes recur­sos económicos pasan sus días en casas ajenas, en muchos casos con gran preca­riedad debido a la falta de servicios básicos indispensables. Además, no es lo mismo un techo ajeno donde pasar los días que un hogar propio, con el calor afectivo que implica el nido de propiedad familiar, que da la sensación de seguridad y bienestar.

La posibilidad de encontrar la solución de la casa propia para estas 2.200 familias podría cuestionarse teniendo en cuenta que la cantidad de gente sin vivienda es muy alta y que apenas se llega a una pequeña porción. Pero se trata del trabajo realizado por el ministerio respectivo en tan solo dos meses de gobierno, lo que da la pauta de que en el resto del quinquenio lle­gará a números muy elevados, de acuerdo con el programa.

Cuando se va a hacer un largo camino se comienza siempre con unos pocos pasos, pisadas que son fundamentales para cual­quier tipo de carrera y destino. En ese sen­tido, la tarea de proporcionar viviendas está comenzando con pasos seguros para llegar a los objetivos deseados.