El inicio de otro período de calor que ingresó con mucha intensidad con la primavera advierte otro sufrido verano que, sin mejores estrategias, puede volver a ser acuciante como en los últimos años en que tuvimos que soportar asfixiantes humaredas a causa de los incendios forestales cuyo combate no muestran mejoras en nuestro país.
El Ministerio del Ambiente debe tomar sus precauciones y desarrollar iniciativas más visibles contra la contaminación, la deforestación y los insoportables incendios forestales que se fueron tornando normales. Este gobierno necesariamente tiene que obtener mejores resultados con relación al cuidado del medioambiente y la calidad de vida que depende de la naturaleza.
Los avances administrativos digitalizados y la implementación de tecnología en la detección de focos de calor, monitoreo forestal y de vida silvestre, la medición de la calidad del aire todavía no ganan mucho valor frente a los índices de contaminación, deforestación e incendios reportados durante el gobierno anterior.
Los últimos años hemos visto hasta a la capital del país, Asunción, cubrirse de un humo tóxico durante semanas entre el 2020 y el 2023. Esta situación ha traído serios problemas de salud a la ciudadanía en general y resultaron muy perjudiciales para las personas que padecen alergias. No podemos seguir con estos males por la inconciencia y la falta de capacidad de nuestras instituciones ambientales, llámese Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), Fiscalía del Medioambiente u otra.
Los incendios arrasaron en los últimos años en nuestro país, principalmente en el Chaco, en los anteriores 5 años. La deforestación irregular trajo serias consecuencias a las áreas silvestres protegidas, por lo que el cuidado de estos espacios requiere de una intervención urgente.
La aparición de lagos teñidos de rojo, la mortandad de peces, el taponamiento y desvío de cauces hídricos ocurrieron permanentemente durante los últimos 5 años. Las acciones del Gobierno a través de sus instituciones como el Mades resultaron deficientes.
En marzo de este año conmocionó a la población la gran cantidad de peces muertos en la bahía de Asunción, esparcidos a lo largo de la costa, mezclados entre desechos de todo tipo.
Las últimas semanas fueron nuevamente noticia la gran cantidad de incendios forestales. La ya tradicional ruta Luque-San Bernardino sorprendió a los conductores con enormes humaredas con dificultades en la visibilidad. Esta zona se caracteriza por el fuego con intenso humo y es una de las urgencias que requiere especial atención y solución.
El Mades y el Gobierno tienen un gran desafío. Los resultados deben ser más tangibles y revertir los saldos negativos de contaminación y la expansión de incendios forestales.
Los bomberos voluntarios han clamado varias veces en los medios de comunicación la necesidad de inversión en infraestructura para el combate a los grandes desastres como suelen ser los incendios. Además de los monitoreos vía tecnología, se requieren aviones hidrantes, entre otros recursos.
Hay que arrancar de una buena vez por todas con una fuerte campaña de concienciación sobre el medioambiente, que sea didáctica y que resulte atractiva, promover incentivos. No podemos seguir improvisando sobre cuestiones ambientales.
Estamos en la antesala de otro duro periodo de calor en el que todos sufriremos las consecuencias si las diferentes instituciones del Estado no lideran estrategias que sean más favorables para la naturaleza.
Copiemos las buenas prácticas ambientales e invirtamos en lo necesario para controlar y combatir los desastres. Apliquemos las normas existentes para los inadaptados, de lo contrario, seguiremos sobrellevando drásticas consecuencias, volver a asfixiarnos con humo tóxico y demás males provenientes de la desidia en el cuidado de nuestro hábitat.