En tres semanas asume el nuevo gobierno con la presidencia de Santiago Peña, hecho con el que comenzará una nueva etapa en la vida del Paraguay. Al contrario de la administración que se va, que se caracterizó por la inacción y falta de rumbos definidos, la entrante ya tiene diagramada su política de trabajo, ya asignó a los principales responsables de las carteras gubernamentales y solo espera el 15 de agosto. Pocas veces se ha visto que, aún antes de comenzar oficialmente la acción de gobierno, una administración haya trazado con tanto esmero la tarea que va a encarar en los más diversos aspectos de la realidad. Y que ya esté elaborando el sistema de trabajo, con sus prioridades, sus principales metas a conseguir y delineando los caminos que deberá transitar.
El fin de semana último, el presidente entrante dio a conocer los nombres de las personas que se encargarán del manejo de algunos importantes organismos, como Petropar y entidades de gran peso en la vida del país como Itaipú y Yacyretá. Además, confirmó la designación en la jefatura de Gabinete, en la tarea clave de coordinar el trabajo de las entidades del gobierno central. Con lo cual está terminando de integrar el equipo operativo que deberá llevar adelante los ambiciosos proyectos que se propone.
Uno de los anuncios que llama la atención entre las primeras medidas que adoptará la nueva administración es la reducción de los valores comerciales de los combustibles y de los productos de la canasta básica. Los costos administrativos de Petropar son altos y deberá bajarlos para hacer posible la disminución de precios de sus productos. Debido a la sensibilidad social del mandatario entrante, una de sus preocupaciones es la situación actual de muchos ciudadanos que necesitan trabajo. Por eso ha insistido en que una de sus principales tareas es aumentar en 500 mil los puestos de empleo.
La salud pública eficiente para la mayor parte de los que habitan el país es otro capítulo crucial en el programa de Santiago Peña. Explicó que la experiencia de la República de China (Taiwán) en la materia puede ser replicada en Paraguay, teniendo en cuenta la efectividad del sistema en ese país. “En el caso de Taiwán, el sistema de salud está administrado por entidades privadas, pero que prestan servicio público. Tienen la cobertura, la atención es la misma. Lo que cambia es que aquel que gana más, tiene que pagar más”, explicó.
Uno de los asuntos que también abordará es la situación de la Caja Fiscal. Mencionó que hay que hacer una pronta reforma porque se está llegando al punto más delicado y no se la puede seguir dilatando. Con respecto al manejo de los fondos previsionales, tanto del sector público como del privado, afirmó que estuvo marcado por la falta de control del uso del dinero de los aportantes, lo que hará necesaria una acción del Gobierno. Y que la reforma precisa un abordaje político con soporte técnico.
Criticó que en la situación actual hasta los pobres extremos que no tienen acceso a la educación y la salud, cuando compran un producto, pagan el IVA, y el dinero de esa recaudación impositiva se usa para cubrir el déficit de la Caja Fiscal. “Eso es injusto para la gente que no tiene jubilación”, enfatizó. Agregó que hay que vigilar el uso de los fondos previsionales, que es plata de los aportantes y que será chequeado cómo se utiliza.
Con los nombramientos realizados, las ideas expresadas por el presidente entrante sobre la conducción del país y la tarea que ya se está realizando para manejar los más diversos temas se puede afirmar que el nuevo gobierno sabe lo que tiene que hacer y cómo encararlo. Y con su accionar está actuando de la manera adecuada para los fines requeridos.
El futuro de un país tiene siempre una carga de incertidumbre porque no se puede prever todo lo que vendrá. Por ello, los gobiernos prudentes trabajan pensando en lo que puede venir, asegurando la estabilidad de su situación económica y social, para que cuando golpeen las difíciles contingencias estén preparados para hacerles frente. Que es lo que la administración entrante está diseñando para comenzar a gobernar.