El Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) declaró electo y proclamó oficialmente como presidente de la República a Santiago Peña Palacios y como vicepresidente a Pedro Alliana Rodríguez para el período comprendido entre el 2023 y el 2028. Corresponde a la Sentencia 15/2023 de la Justicia Electoral que tiene fecha del 24 de mayo y se dio a conocer ayer a la madrugada. Con esta resolución del organismo electoral, oficialmente el nuevo presidente de la República es Santiago Peña, que será proclamado de manera protocolar el 30 de mayo próximo en un acto programado en el Banco Central del Paraguay (BCP). Con el documento jurídico dado a conocer por el organismo electoral, el país tiene nuevas autoridades para los próximos cinco años y solo resta que asuman oficialmente en agosto.
En el mismo documento también se proclama la elección de 45 senadores, de 80 diputados y de los gobernadores de los 17 departamentos y miembros de las juntas departamentales. En las elecciones se computaron 3.022.946 votos, que implican una participación del 63,24 % del electorado que fue habilitado. De ese total, el candidato del Partido Colorado consiguió 1.292.079 votos, el 42,74 % de los sufragios emitidos. El representante de la Concertación, Efraín Alegre, que recibió los votos de 803.842 ciudadanos, obtuvo el 26,59 %, según las cifras dadas a conocer oficialmente.
En el documento emitido por la Justicia Electoral se confirma la elección de 23 senadores y de 48 diputados de la Asociación Nacional Republicana (ANR), cifras con las cuales el partido oficialista tendrá mayoría en ambas cámaras del Congreso Nacional, un dato de trascendencia a la hora de conseguir la aprobación de las leyes propuestas por el Ejecutivo. De los 17 departamentos, el Partido Colorado tendrá gobernadores en 15 de ellos.
La importancia de la proclamación oficial de la Justicia Electoral es de tal envergadura, que ahora ya no corresponde realizar ningún tipo de cuestionamiento a los resultados de las elecciones generales, como han venido haciendo algunos opositores. No existe sustentación ni asidero jurídico posible a los argumentos ni posturas de los negacionistas, que solo buscan alterar el orden jurídico con sus manifestaciones violentas en los lugares públicos.
De acuerdo con la Constitución Nacional, la convocatoria, el juzgamiento, la organización, la dirección, la supervisión y la vigilancia de los actos y de las cuestiones derivadas de las elecciones corresponden exclusivamente a la Justicia Electoral. Lo mismo que los derechos y títulos de los que resulten elegidos. No existe sustento jurídico alguno ni ningún tipo de discusión sostenible contra este punto. Por lo que hay que acatar civilizadamente la resolución de la Justicia Electoral.
Los grupos políticos que resultaron perdidosos en las elecciones generales de acuerdo con los resultados del máximo tribunal del ramo no tienen motivo jurídico ni lógico para desconocer las cifras oficiales. En la democracia, los partidos, movimientos políticos y ciudadanos están obligados a aceptar las reglas establecidas, so pena de ser señalados como subversivos y contrarios a las leyes. Aquellos que intentan desconocer el orden legal deben ser rechazados por la ciudadanía porque representan la ilegalidad y el desorden político de la sociedad. Y, por consiguiente, deben ser apartados por ser sostenedores del delito y tendrían que ser castigados de acuerdo con las normas penales vigentes. Los que no aceptan las leyes y las determinaciones jurídicas deben cambiar de conducta para tener cabida en una comunidad civilizada.
El Paraguay está atravesando actualmente un momento histórico en su todavía corta trayectoria democrática. Los cambios de gobierno a través de las urnas y según las disposiciones legales no han sido muy corrientes en la vida de nuestro país.
Luego de la proclamación oficial, se debe acelerar el proceso del cambio de gobierno para dar paso a la nueva administración que acaba de ser instaurada por la Justicia Electoral. La administración saliente debe actuar con cordura para facilitar el traspaso, dado que ya existe un nuevo gobierno, y hacer que el aparato estatal pueda continuar su tarea sin mayores dificultades. Para que la sociedad pueda continuar su vida con normalidad y dentro de la convivencia pacífica.
Lo importante en la democracia es el respeto a sus instituciones, lo que crea el clima propicio para la realización de la ciudadanía.