Con la disposición oficial de los Estados Unidos de América que aprueba la importación de carne vacuna desde el Paraguay, se abre un gran paso a la venta de uno de los principales productos paraguayos a uno de los mercados más atractivos del orden internacional. El país del norte, que ya adquiere el producto bovino de gran­des productores, como Brasil, Australia, Argentina y otras naciones, recibirá por primera vez la carne producida aquí. Es un salto extraordinario para las expor­taciones del país y un paso adelante para la conquista de nuevos mercados en el mundo. Pero para ello habrá que seguir haciendo buena letra y cumplir algunas exigencias de rigor, según las normas nor­teamericanas.

El viernes de la semana pasada se dio a conocer la decisión del Registro Federal de los Estados Unidos que publicó oficial­mente la propuesta de reglamento emi­tida por el Servicio de Inocuidad e Inspec­ción de Alimentos de ese país (FSIS por sus siglas en inglés) que depende del Depar­tamento de Agricultura estadounidense. Dicha dependencia propone una enmienda en la normativa para permitir, bajo ciertas condiciones, la importación de carne para­guaya. El documento señala que puede ser importada de forma segura desde Para­guay carne bovina fresca, siempre que se cumplan los requisitos.

El ministro de Agricultura y Ganadería, Moisés S. Bertoni, explicó que con esto comienza la consulta pública que cons­tituye la última formalidad que cumplir. Refirió que todos los frigoríficos del país podrán solicitar la aprobación del orga­nismo norteamericano para exportar la carne, realizando los trámites con el Servi­cio Nacional de Sanidad Animal (Senacsa). Paraguay ha solicitado inicialmente expor­tar 20.000 toneladas y podría llegar a enviar hasta 60.000 toneladas. Señaló que este hecho pone muy contentos a los pro­ductores y a la industria local, por todo lo que significa.

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Senacsa explicó que la norma estadouni­dense contempla un plazo de 60 días a par­tir del 27 de marzo para recibir comenta­rios sobre el tema. Por eso instó al sector productivo, a las organizaciones no guber­namentales, centros intelectuales y demás a “realizar comentarios en el mencionado registro federal con la finalidad de mani­festar las implicancias positivas que ten­drán para nuestro país las exportaciones de carne vacuna a los Estados Unidos”.

El gran país del norte, junto con Brasil es uno de los principales productores de carne vacuna del mundo y gran exportador. Pero al mismo tiempo es un importante comprador, por su cantidad de habitantes y el poder adquisitivo de los mismos.

Los principales exportadores del pro­ducto bovino a Estados Unidos son un pri­vilegiado grupo de naciones compuesto por Argentina, Australia, Brasil, Canadá, México, Nueva Zelanda. Estos y otros paí­ses constituyen una porción de producto­res que se distinguen por la calidad de su producción vacuna. Por lo que la inclusión del Paraguay en ese equipo es un hecho muy favorable desde todo punto de vista.

De acuerdo con los registros de Senacsa, las principales exportaciones de carne vacuna nacional van a Chile, nuestro más impor­tante comprador, que adquiere el 42% de la producción paraguaya, seguido por Rusia, que lleva el 15%. Después se ubica Brasil, con el 13%, al que le sigue China-Taiwán, con el 11%. A Israel se envía el 5% de las exportaciones bovinas.

Para el Paraguay, ingresar al mercado esta­dounidense con su producto bovino tiene una enorme significación económica, polí­tica y social. Porque es un nuevo cliente para la carne paraguaya. Y, sobre todo, como se trata de un mercado de mucho prestigio, posibilitará al país ingresar a nuevos destinos mundiales. Por consi­guiente, dará un fuerte impulso para el crecimiento de la ganadería nacional y de la industria procesadora local correspon­diente, con la posibilidad de que se creen nuevos puestos de trabajo.

Existe todavía un plazo de 60 días a partir del lunes pasado para dar cumplimiento al último requisito de los organismos de ese país, que para algunos es solo de índole formal, pero que se tiene cumplir como corresponde a una nación seria.

Ante la convicción de que todas esas dispo­siciones recibirán la observancia de rigor en el tiempo establecido, se puede afirmar que el Paraguay ha dado un gran paso para ir afianzando su situación como productor y para caminar hacia el mejoramiento eco­nómico.

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