La cercanía de las elecciones generales del 30 de abril hace propicio el análisis de las propuestas que hacen los políticos con mayor probabilidad de alzarse con el triunfo en dicha ocasión. El asunto no es ocuparse de las desubicadas promesas de Efraín Alegre que quiere eliminar la merienda y el almuerzo escolar, y que la ciudadanía no lo permitirá, sino analizar los asuntos que ayudarán a los sectores populares a sobrellevar su difícil situación de pobreza y asegurar un camino que los lleve a mejorar su situación actual. La protección de los más débiles no es solo un acto de misericordia, sino una obligación de justicia social de cualquier gobierno.
El candidato colorado a la Presidencia de la República, Santiago Peña, está empeñado en saldar la deuda que se tiene con los más pobres y dijo que durante su administración se llevará a cabo el Tekoporã Mbarete, una variación del programa Tekoporã que ya existe, que con la incorporación del adjetivo “mbarete” da a conocer el énfasis que le dará a la ayuda social.
La expresión guaraní “tekoporã mbarete” significa en español “bienestar fortalecido”. Tekoporã es el estado de bienestar físico y mental de una persona, que el candidato Peña quiere afianzar mediante nuevas medidas que hagan más robusta y sólida la vida de los más necesitados. Explicó que cuidar y proteger a los pobres es responsabilidad del Estado, porque son los que más sufren.
Indicó que en su administración el programa se destinará a socorrer a las familias vulnerables del país, con la condición de que sus hijos sean vacunados y vayan a la escuela. De ese modo, la pobreza no significará un impedimento para que los niños tengan educación. La instrucción escolar y la vacunación serán un incentivo para recibir el apoyo del Estado. Para ello aumentará en 25% el monto de la ayuda monetaria a fin de compensar la suba de precios. “Con mi gobierno queremos que vuelvan a alimentar bien a sus hijos, para que puedan aprender y progresar. Por eso creamos Tekoporã Mbarete, para devolver la posibilidad a las familias de que no pasen hambre”, explicó.
La ex ministra de Hacienda, Lea Giménez, había señalado que el monto de la ayuda monetaria que el Estado les da actualmente a las familias más pobres no ha aumentado a pesar de los incrementos del costo de vida y la consiguiente caída del valor adquisitivo del dinero. En consecuencia, si se les quiere ayudar realmente a los más pobres, hay que aumentarles el monto de la pensión, como ha prometido el candidato colorado.
Durante la gestión del gobierno del presidente Horacio Cartes, en sus primeros cuatro años aumentó en 86% la cantidad de beneficiarios de Tekoporã, que de 95.000 en el 2013 ascendió a 176.000 en el 2017, aproximándose a las 200.000 personas cuando se fue del poder en agosto de 2018.
Durante la administración de Mario Abdo Benítez, el crecimiento del número de personas apoyadas por ese programa de ayuda social decreció en los primeros años, debido a la ineficiencia del gobierno. Tanto es así, que, en vez de aumentar significativamente en los últimos cinco años, en febrero del 2023 solo había 182.305 familias beneficiadas, apenas un 3,58% más de lo que recibían la ayuda monetaria durante el gobierno anterior hasta el 2017. Lo que significa que durante esta administración se ha hecho muy poco en esa materia a favor de los más necesitados del país.
Los poderes del Estado, como el Ejecutivo y el Legislativo, ambos con responsabilidad en la confección del presupuesto estatal, en los últimos años no se han preocupado de incrementar la ayuda monetaria para los sectores más pobres del país con un incremento de la asignación, a pesar del alza inflacionaria de los últimos años. Un olvido que es entendible, porque los pobres no son la preocupación principal de muchos funcionarios del gobierno actual.
La promesa del candidato Peña no es un simple recurso electoralista para atraer los votos de los pobres. Teniendo en cuenta que la gestión del sector republicano al que pertenece es el que ha ayudado a mayor cantidad de pobres, se puede tener la certeza de que continuará por la misma senda.