El martes 14 de febrero, cuando los enamorados celebren su día con flores, canciones, regalos y poesía, el Gobierno comenzará a contratar nuevas deudas, pues esa fecha pondrá en circulación en el mercado local bonos por valor de 234,2 mil millones de guaraníes. El anuncio se conoció al mismo tiempo que se informaba que al cierre del primer mes de este año las finanzas públicas tienen un resultado negativo equivalente al 0,2% del producto interno bruto (PIB), que en dólares asciende a 23,1 millones (170,1 mil millones de guaraníes).
En el Ministerio de Hacienda informaron que la licitación pública para la colocación de los papeles del Tesoro consistirá en el lanzamiento de títulos a 5 y 7 años de plazo, a tasas de interés respectivas del 8,25% y 9,03%.
Haciendo las comparaciones entre el dinero que ingresa mediante los impuestos y tasas, por un lado, y las enormes cifras que gasta el Estado por los pagos de gastos corrientes e inversiones, la cifra es para asustarse.
Debido a las fuertes erogaciones en el primer mes del año, el gasto total del Estado tuvo un aumento del 25,6% comparado con lo que se había desembolsado en enero del año pasado. Según Hacienda, ese incremento se debió a compras de medicamentos, pago de deudas a constructoras y empresas farmacéuticas. También se atribuye a las alzas en los salarios de los empleados públicos, en especial los sectores de educación con 16%, salud y fuerzas públicas. El gasto por el uso de bienes y servicios tuvo un incremento el 123,2%, debido al pago atrasado por las vacunas y los incrementos en las prestaciones sociales que otorga el Estado. La erogación por el pago de los bonos soberanos aumentó en 99%, lo que ayudó a inflar los desembolsos del primer mes del año, con 146 mil millones de guaraníes que se entregaron a los acreedores.
Colocar bonos del Tesoro es entregar unos títulos a un plazo determinado, al término del cual debe devolver la suma de dinero recibida con los intereses que se han pactado. No es nada novedoso para un Estado que eroga mucho más de lo que recauda. Pero llama la atención la prontitud con que lo está haciendo, lo que se entiende perfectamente al ver las cifras de los déficits que se tiene al inicio del nuevo ejercicio fiscal.
Lo negativo es que apenas comienza el año y el Gobierno se apresura a endeudarse para cubrir los agujeros financieros que tendrá. Recurriendo a los bonos está demostrando su gran habilidad para contraer más débitos y su escasa aptitud para ahorrar. Esto da una idea de su falta de recursos suficientes para hacer frente a los gastos cada vez mayores que no puede cortar por su falta de capacidad administrativa y poca habilidad política.
Teniendo en cuenta que este es un año de alta importancia política, por las elecciones generales del 30 de abril, lo que se haga o se deje de hacer en materia económica tendrá una mayor repercusión. No es lo mismo comenzar el año con un superávit a hacerlo con el aumento de la deuda y un fuerte saldo negativo en las finanzas, porque los electores con mayor conciencia pensarán dos veces en quién depositar sus votos.
La administración de Mario Abdo, que en casi cinco años registró numerosas dificultades, algunas por ineficiencia y otras por la situación internacional, tiene una gran oportunidad de hacer mejor las cosas y terminar su mandato el 15 de agosto con buena calificación. Por eso debe imprimir en su equipo de gobierno suficiente patriotismo para trabajar por el país con eficiencia y sabiduría. Es lo menos que se puede esperar de una administración estatal que necesita estar a la altura de las necesidades del país.
Uno de sus principales problemas es el financiero, pues no fue capaz de disminuir los gastos y no logró el incremento que se requiere en los ingresos, por lo que es el gobierno que más déficit fiscal ha tenido en los últimos tiempos. Entregará el país a la próxima administración con fuertes problemas que exigirán de los nuevos gobernantes medidas excepcionales para mejorar las finanzas públicas y acercarse al equilibrio.