La posibilidad de ensamblar buses a propulsión eléctrica en nuestro país con la ayuda de la República de China (Taiwán) es una extraordinaria oportunidad industrial que se está presentando actualmente. Una posibilidad económica que nuestro país tiene que aprovechar para dar un salto para independizarse de los derivados del petróleo que importa por millones de dólares anuales.

Y de paso utilizar la única energía que producimos en abundancia, la eléctrica, que no estamos aprovechando y se está cediendo a precio de regalo a los países socios de las dos hidroeléctricas.El Paraguay es uno de los mayores productores mundiales de energía eléctrica limpia en proporción a sus habitantes. Pero esa realidad no es aprovechada adecuadamente, pues hasta ahora lo que le corresponde y no consume se les cede a los países socios sin mayor beneficio para la economía nacional y la Ande. Para mover el parque automotor del país, se importan combustibles derivados del petróleo y lubricantes por más de 2.000 millones de dólares anuales que ayudan a desangrar las finanzas, ya que gran parte de las divisas que ingresan por las exportaciones se destinan a los pagos por esas compras en el exterior.

Recientemente, se hizo una presentación de algunos ministerios del Gobierno conjuntamente con la embajada de Taiwán, explicando detalles del proyecto para ensamblar buses eléctricos en el país. La idea es industrializar colectivos de 9 a 12 metros de longitud, que tengan una autonomía de hasta 450 kilómetros, lo que quiere decir que pueden llegar de Asunción a Encarnación o de Asunción a Ciudad del Este en forma directa, sin necesidad de cargar energía por el camino, prácticamente como un vehículo movido a gasoil con tanque lleno.

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En ese plan, la República de China (Taiwán) cooperará técnicamente con transferencia de tecnología para ensamblar en una primera etapa 10 unidades de buses eléctricos, como prueba. Contempla la incorporación de colectivos eléctricos al sistema de transporte público nacional y también la posibilidad de exportar a otros países las unidades fabricadas en el país, que por haber sido ensambladas en Paraguay, tendrán ventajas arancelarias para ingresar en los países del Mercosur.

Según los entendidos, técnicamente fabricar un vehículo eléctrico no es tan complicado como los movidos a petróleo. De hecho, no tienen motor, como los otros, y su principal problema es obtener buenos acumuladores de la energía para tener cierta autonomía. Taiwán es considerado como uno de los principales fabricantes de buses eléctricos en el mercado internacional.

Por otro lado, hay empresas privadas que tienen un proyecto de instalar 500 cargadores para vehículos eléctricos en las principales rutas del país, en especial los tramos que conectan la capital con Encarnación y Ciudad del Este. Fuentes del Ministerio de Industria y Comercio anunciaron que la empresa Evergo Connected Forward vendría al país para el efecto y que el proyecto implica una inversión de 10 millones de dólares.

De acuerdo con algunas publicaciones especializadas, teniendo en cuenta los costos de la energía eléctrica, que para un automóvil estaría en alrededor de 8.000 guaraníes cada 100 kilómetros, un viaje de ida y vuelta de Asunción a Encarnación (800 km) costaría 64.000 guaraníes y a Ciudad del Este (700 km), 56.000 guaraníes. Se estima la vida útil de un acumulado en alrededor de 10 años.

Además del ensamblaje de buses eléctricos, varias empresas importadoras de vehículos están aumentando la incorporación de unidades movidas a electricidad para su venta en el mercado paraguayo, lo que habla de la posibilidad de que vaya creciendo su participación. Aunque el ritmo de crecimiento del sector será lento, por los costos que implican cambiar de vehículo para el consumidor común.

La participación de los vehículos eléctricos no causará perjuicios a las estaciones expendedoras de derivados del petróleo, porque la cantidad total de unidades movidas a combustibles tradicionales no disminuirá. Además, con la instalación de cargadores para vehículos eléctricos en sus servicentros, aumentarán su clientela.

Aparte del proyecto taiwanés, existen varias otras propuestas en el empresariado nacional que tienen que ser convenientemente apoyadas por el Estado paraguayo y las entidades vinculadas a la producción y comercialización de electricidad. El uso de la energía eléctrica paraguaya en la movilidad del país traerá numerosas ventajas que ayudarán a la población y a la actividad económica nacional.

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