El canciller nacional, directivos de la Itaipú y la Ande estuvieron el miércoles en la Comisión Permanente del Congreso, donde en términos generales explicaron la postura del Gobierno ante la tarifa de Itaipú y las futuras renegociaciones del Anexo C del Tratado respectivo. A pesar de las explicaciones dadas a los legisladores, la conclusión es que este gobierno no tiene una política clara para defender los derechos del país y hacer que el Brasil los respete. Por eso quedó la impresión de que el vecino país continuará haciendo lo que le conviene ahora en la entidad binacional y que un rumbo similar podría persistir en agosto venidero cuando se estudien las condiciones del nuevo anexo.
El tema más sensible del momento, porque ya le afecta al país en la actualidad, es la tarifa de la energía producida por Itaipú, asunto sobre el cual Brasil tiene una postura contraria a la del Paraguay. Y no solo eso, sino que ya la está aplicando en su territorio desde el primer día del nuevo año, sin que haya aún un acuerdo binacional oficial. La explicación es que Brasil, como país soberano, puede hacer lo que más le conviene en su territorio, lo cual es cierto. Pero también es verdad que, si disminuye el precio de venta de la energía de la Itaipú para sus usuarios en Brasil, eso mismo buscará aplicar para la tarifa binacional. Exactamente como hizo en el 2022, cuando se tuvo que reducir el precio binacional a instancias de los intereses brasileños, aunque no en la proporción que hubieran deseado. Tanto tiempo llevó la negociación sobre ese tema, que el acuerdo oficial, que debía regir desde enero, recién se logró entre ambos países ocho meses después, en agosto.
El ex miembro del directorio de Itaipú y actual senador Eusebio Ramón Ayala fue muy contundente sobre el tema. Dijo que todo se resolvió por parte de Brasil violando el Tratado de Itaipú y que el Gobierno Nacional sigue sin decir nada. Que se puede seguir violando el acuerdo binacional en beneficio de los consumidores brasileños, y admite la actitud negativa de Brasil hacia Paraguay en contra de lo establecido en el Tratado a favor de nuestro país.
“Acá no se toma nota, no cuestionan o protestan. Esto es una verdadera vergüenza”, afirmó el legislador, resaltando que el Anexo A del Tratado internacional establece que el consejo de administración compuesto por paraguayos y brasileños es el que debe fijar la tarifa de la energía y no el Ministerio de Minas y Energía del Brasil o el presidente brasileño saliente, como ha ocurrido. “Esta es una decisión unilateral, y desde el Gobierno paraguayo no se protesta”, se quejó el senador.
El hecho de que los brasileños hagan lo que les parece con la tarifa, sin acuerdo del Paraguay y que el Gobierno Nacional no demuestre su oposición o proteste es una de las cosas que más molesta. Porque es evidente que aquí se está cumpliendo el conocido refrán de que “el que calla otorga”. Es cierto que la entidad binacional todavía no fijó la nueva cotización de la energía para ambos países. Pero por la experiencia reciente se sabe que al final se establecerá una tarifa menor a la propuesta por Paraguay y cercana a la impuesta por Brasil.
Dos semanas antes de que terminara el 2022 y dejara el gobierno, Jair Bolsonaro, a través de Ministerio de Minas y Energía, estableció que la tarifa de la energía de Itaipú se vendería en Brasil en el 2023 a 12,67 dólares el kW/mes. Esto representa una reducción del 38,9% de la cotización establecida por la binacional para el 2022, que es de 20,75 dólares el kW/mes. Esta disminución que afectará en breve a la cotización oficial no conviene a los intereses paraguayos. Cosa que ocurrirá cuando se acuerde la nueva tarifa oficial, teniendo en cuenta la experiencia del 2022.