La campaña electoralista exagerada propiciada por el Gobierno y sus seguidores de las internas del Partido Colorado ha puesto en guardia a diversos sectores del país. La principal amenaza es que pueda afectar el equilibrio de las finanzas públicas por las decisiones que tome ese sector y los riesgos que pueden implicar si se aumentan desmesuradamente los gastos sin la contraparte de ingresos. Eso se nota perfectamente ahora que se prepara el presupuesto general para el 2023 que es un año electoral, en que el oficialismo quiere más recursos económicos para asegurar su continuidad.
A eso se debe la intranquilidad de los principales sectores de la economía, que temen que ocurra un desmadre financiero y el déficit fiscal, que todavía no se ha podido reducir, llegue a niveles muy altos con el aumento incontenible de los gastos. Esto ocasionará indefectiblemente la necesidad de aumentar los impuestos porque no habrá otra manera de hacer frente al crecimiento descomunal de las erogaciones sin límites. Por eso existe entre los analistas de la economía el fundado recelo de que el próximo gobierno se vea en la necesidad extrema de recurrir a más cargas impositivas para los contribuyentes, que podrían ser nuevos tributos o aumentos en las tasas de los ya existentes.
Algunos observadores económicos van más allá y están seguros de que la administración gubernamental que venga no tendrá más remedio que recurrir los incrementos impositivos, ya que no podrá endeudarse por encima de ciertos niveles para hacer frente a los mayores gastos que se vislumbran. Porque se trata de algo lógico: Si va a gastar más tiene que lograr más ingresos de cualquier manera, y eso podrá hacerse solo con nuevas cargas impositivas, ya que el Estado no tiene capacidad de recortar sus gastos. Todo lo contrario.
Esta incertidumbre provoca la intranquilidad que manifiestan varios sectores empresariales por la situación actual y que la han hecho saber al Gobierno para que tome medidas. Por eso en la reciente reunión que mantuvieron con los exponentes del Poder Ejecutivo en el Palacio de López los hombres de negocio expresaron al Presidente y sus ministros la preocupación que tienen con relación a una serie de proyectos de leyes y pedidos de aumentos en el presupuesto estatal en pleno período electoral. El presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), Enrique Duarte, señaló luego a la prensa que es necesario que “los líderes políticos que están en campaña entiendan que es importante buscar votos, pero que es más importante preservar el futuro”, alejando a la economía del electoralismo.
En dicha ocasión, algunos exponentes del Poder Ejecutivo señalaron que el Paraguay está ante “la oportunidad histórica de ser calificado como un país con grado de inversión, lo que traería más inversión y desarrollo en el país, por lo que es importante mantener la política fiscal estable”. Lo cual sería muy positivo, una razón más para que los políticos del oficialismo no recurran a más aumentos de gastos corrientes en el proyecto de presupuesto para el año entrante, como lo están haciendo en el Congreso.
El directivo de los industriales resaltó que los empresarios vienen manifestando la preocupación que les causa la serie de proyectos de leyes y pedidos de aumento de presupuesto en época electoral. “Estas son medidas que podrían alejarnos del grado de inversión y de la generación de empleos. Tenemos un bono demográfico joven muy grande. Este tipo de proyectos va en contra de la generación de empleos”, enfatizó.
El ex ministro de Hacienda César Barreto expresó que el presupuesto estatal va sufriendo golpes, “y estamos sobre la cornisa buscando un equilibro fiscal, que es la base de la macroeconomía. Tenemos oportunidad de mejorar y de buscar el grado de inversión y esto afecta a la posibilidad de que haya más inversiones y trabajos”.
No es bueno para la salud económica del país que los sectores políticos utilicen las finanzas públicas para sus propósitos electoralistas de facción. Porque los intereses de toda la nación paraguaya están en primer lugar y por encima de cualquier conveniencia sectorial. Los que no lo entiendan así no merecen la confianza pública y no deberían buscar el voto de los ciudadanos. Porque son un peligro para la nación.