En un mes altamente significativo para el país como agosto, el papa Francisco ha consagrado al primer cardenal nativo de Paraguay en la persona de monseñor Adalberto Martínez, arzobispo metropolitano de Asunción. Como ha dicho el propio purpurado, con este hecho el Sumo Pontífice ha querido rendir un homenaje al Paraguay, país que tanto ama.
En un reportaje exclusivo concedido a nuestro diario en Roma, el cardenal reclamó la necesidad de que haya políticas de Estado para combatir la pobreza a través de oportunidades para los más necesitados. Fue muy claro al señalar que en un momento de nuestra historia con muchas oscuridades que nos rodean por los problemas existentes, como la corrupción y el crimen organizado, hace falta mucha luz para combatir el ambiente de discordia, y que este elemento pernicioso no debe tener lugar en nuestro país.
Cuando fue preguntado sobre el problema de la pobreza en nuestro país, el arzobispo no dudó en señalar que ese mal se supera cuando hay políticas de Estado que favorecen a los que realmente necesitan.
Por eso enfatizó que se debe buscar una solución integral, “que significa fuente de empleo digno, que la gente tenga un techo donde cobijarse con la familia, proveer tierra a los que no tienen y acompañarlos en su proceso de trabajar la tierra y que sean sustentables”.
“Necesitamos mejorar todo lo que tenga que ver con la salud de la población y que finalmente implica mejorar la calidad de vida de los compatriotas”, enfatizó. También mencionó que uno de los caminos para superar la situación de indigencia de los pobres es la educación de los ciudadanos. “Que no haya un solo niño fuera de las aulas. Reitero, es uno de los caminos. La educación te da perspectivas; sin embargo, la ignorancia te pone límites, barreras”, enfatizó.
Al referirse al tema de la corrupción en el Paraguay, recordó que es una de las principales preocupaciones que suelen señalar con los demás obispos y que es un gran desafío no solo para la Iglesia sino para toda la sociedad. Recordó que cuando el papa Francisco estuvo en nuestro país señaló que la corrupción es como una gangrena que puede hacer metástasis y contaminar todo el cuerpo. Se preguntó cómo hacer para luchar contra ese mal, porque hay también católicos corruptos. “Y seguiremos apostando a hacer el llamado de llevar una vida honesta, con coherencia, y eso implica mucho compromiso. Debemos ir pensando en soluciones marcadas por la transparencia”, remarcó.
Las palabras del dignatario eclesiástico más importante del país caen en el momento justo en que los distintos partidos políticos están preparando sus mujeres y hombres para las elecciones generales del 30 de abril venidero. En la ocasión no se elegirán solo al nuevo presidente de la República y su segundo, sino una gran cantidad de legisladores nacionales, de gobernadores con sus respectivos consejos departamentales. Es una ocasión en que el país deberá seleccionar a los mejores ciudadanos para conducir a la nación por los cinco años siguientes.
Debido a ello las reflexiones del cardenal Martínez no deberían pasar desapercibidas, ya que son sumamente oportunas y de necesaria aplicación en la sociedad paraguaya, siempre tan necesitada de gente comprometida con el país, que sean ejemplo de integridad moral y patriotismo. Existen numerosos casos de deshonestidad en funcionarios del Estado de diversos rangos que se han aprovechado de sus cargos públicos y sus influencias para robar. La existencia de este tipo de personas debería de servir de lección para no repetir el error y no elegir gente corrupta ni estafadora de la confianza pública.
Esto debe aplicarse inicialmente en las elecciones internas de las agrupaciones partidarias para presentar en los comicios generales a los más honestos y capaces para desarrollar la función pública que les toque. Sería muy difícil obtener resultados positivos en la lucha contra el crimen si en las altas funciones del Estado se tiene gente contaminada por el delito, como ha ocurrido en varios casos con este gobierno.
Debido a esta innegable realidad es que las palabras que ha dicho el cardenal paraguayo a nuestro diario tienen una importancia capital para luchar contra la corrupción. Y para combatir la pobreza que afecta al país.