En medio de la euforia suscitada por la consagración del primer cardenal paraguayo nativo que hizo que las principales autoridades nacionales viajaran a Europa para concurrir al Vaticano, el domingo último los empresarios hicieron un urgente llamado a la racionalidad y a la cordura. Así, mientras los responsables políticos de la conducción del país hacían un tour por la bella Europa con plata del presupuesto público, aquí los que dirigen y trabajan en las empresas hicieron una exhortación al Estado a que trabaje por el país con sensatez, que muestre austeridad en los gastos públicos y procure eficacia en la tarea de administrar los asuntos nacionales.
El llamado de la Federación de la Producción, la Industria y el Comercio (Feprinco) se da en un momento en que las confrontaciones internas del Partido Colorado están distrayendo a las autoridades del Ejecutivo de su principal y única tarea constitucional de conducir a la nación.
El documento dado a conocer en el feriado dominical hace hincapié en tres capítulos de actualidad, algunos de los cuales son coyunturales, como la compensación a los ex trabajadores de empresas privadas que operaron con la Itaipú Binacional, que rechazan por no tener justificación social ni económica y pide que sea vetada por el Ejecutivo.
El más importante por su trascendencia es el pedido de no aumentar los gastos estructurales del presupuesto público, cuyo proyecto para el 2023 se entregará al Congreso esta semana. Destaca que el sector privado, que está conformado por las organizaciones de la sociedad civil y la ciudadanía en general, es el que finalmente está acusando el impacto ocasionado por la situación que se vive, con el agravante de la pandemia, la sequía que sufrió el agro, la guerra en Europa, el contrabando y la informalidad que afecta a la economía paraguaya. Piden los empresarios que los tres poderes del Estado acompañen el esfuerzo que se realiza con dedicación y austeridad.
La opinión de los hombres de negocios nacionales resalta que solamente con un Estado eficaz y eficiente se podría lograr el marco necesario para la recuperación de la economía, con el repunte de la situación familiar y mejores contextos para el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas.
Sobre las invasiones de propiedades privadas, apunta que no se puede admitir que en pleno siglo XXI se tenga que seguir enfrentando este problema que muchas veces es impulsado por ciertos intereses políticos. Reclama que el Estado se ocupe del tema buscando en el corto plazo soluciones a este conflicto.
Una vez más, el empresariado nacional está pidiendo a los políticos que se ocupen de los asuntos nacionales por encima de las cuestiones partidistas, que no son tan importantes para el país. La crisis que atraviesa actualmente requiere el mayor esfuerzo y toda la dedicación de las autoridades para buscar la salida más rápida en los diversos frentes.
Dos semanas atrás había pedido al Gobierno que corrija los errores de su conducción y busque redireccionar el timón del país. Había llamado a los tres poderes del Estado a realizar el esfuerzo requerido para el bienestar de todos.
Hay que convenir que el principal problema de la política no son los asuntos de los partidos y banderías de facción, sino la difícil coyuntura económica y social que tienen que encarar los responsables de la República. Y en esa tarea los sectores público y privado deben trabajar juntos para la buena marcha del país, cada uno en el área que le corresponde, pero con la mirada hacia el mismo propósito final.
Las autoridades tienen que adquirir conciencia de la realidad actual y encarar lo antes posible una estrategia para enfrentar las dificultades que viene arrastrando el país desde el 2019. Ya no se trata de buscar responsables de los problemas acontecidos, pero sí asumir la responsabilidad de los errores con sinceridad para poder corregirlos de cara al futuro. No se pueden remediar los desaciertos sin un adecuado diagnóstico, y el propósito de trabajar por las soluciones.
En ese desafío está firme el sector privado que ha demostrado con su trabajo el sentido de la lucha. Y ahora con este mensaje exige que para superar la crisis el Estado debe recortar los gastos públicos.