En la medida que se acercan las elecciones internas del Partido Colorado, en que se elegirán los candidatos para los comicios generales de la Presidencia de la República de abril del 2023, se van conociendo nuevos hechos sorprendentes. Porque suceden cosas que dan la pauta de que en la campaña intestina de la ANR todas las armas son válidas. Esto se nota cuando se observan los nuevos recursos y modalidades adoptados por el oficialismo para inhabilitar a sus contendores. Para perseguirlos, y hasta para destruirlos política y socialmente. En ese sentido, últimamente se ha descubierto que el propio presidente de la República y su segundo están utilizando la estructura del Estado no solo para hacer propaganda de su facción interna, sino que la están usando además para una agresiva persecución política a sus oponentes. Incluso habrían montado una campaña de espionaje con el fin de obtener datos que se destinarían luego para tratar de destrozarlos en la pelea partidaria. Según las acusaciones, para ello recurren a la utilización de los medios especializados que tiene el Estado para obtener las informaciones de alto interés estatal. Con ello tergiversan y prostituyen el uso que debe darse a los recursos más sensibles que tiene el país para defender la seguridad nacional.
Como parte de esa persecución, está la campaña de espionaje a sus enemigos políticos, contra quienes se usan las informaciones obtenidas para buscar su aniquilamiento partidario, y dejarlos con escasas chances en las internas del coloradismo. Espionaje y persecución política contra los enemigos del Gobierno, como los memoriosos recuerdan que se hacía en las peores épocas de la dictadura de Alfredo Stroessner. Cuando el famoso director del Departamento de Investigaciones de la Policía, Pastor Coronel, no solo perseguía por todos los medios a los dirigentes de los partidos de la oposición, sino también a los exponentes de la ANR de cuya fidelidad se sospechaba.
Uno de los candidatos a la legislatura por el grupo Honor Colorado (HC) señaló recientemente que el Gobierno está encarando una campaña sucia y de demolición contra sus adversarios políticos y periodistas mediante la realización de escuchas ilegales y filtraciones de informaciones confidenciales. Dijo que las instituciones y funcionarios del Estado están siendo utilizados como garrotes políticos contra sus adversarios. Agregó que es muy peligroso que un gobierno en funciones se esté ocupando de la campaña interna del partido para fomentar un enfrentamiento perverso entre colorados y paraguayos, con lo que causa mucho daño al país.
Como prueba del uso de las entidades públicas para la campaña de los partidarios del Gobierno dieron el caso de las filtraciones de la Seprelad a algunos medios de prensa de las documentaciones confidenciales que tenían como propósito desacreditar al Grupo Cartes, que apoya al candidato Santiago Peña. Esa es la mejor muestra de cómo las más altas autoridades del Ejecutivo se están involucrando en la pelea sucia que se ha denunciado, de acuerdo con las apreciaciones de los que han señalado ese hecho.
En la realización de las escuchas ilegales se ha sindicado como uno de los responsables a un ex ministro de este gobierno, que fue echado por estar relacionado con un exponente del narcotráfico denunciado por la Justicia.
Como puede observarse, la campaña interna del coloradismo ha llegado a situaciones muy lamentables que ponen en peligro la convivencia interna de la agrupación política, por los duros golpes que los gubernistas dan a sus oponentes. Y lo peor es que pone en peligro la necesaria unidad que se requiere para obtener los votos de los ciudadanos simpatizantes en las elecciones generales. Con qué entusiasmo un votante republicano iría en las elecciones generales a votar por el candidato de su partido si fue tan mal desacreditado y golpeado por sus correligionarios del otro bando.
El Gobierno y los partidarios del Vicepresidente no deben perder de vista que lo importante es la unión y la integridad del Partido Colorado, si quieren ganar las elecciones del 2023. Cosa que están poniendo en grave peligro con su campaña brutal contra el candidato y los seguidores de Honor Colorado.
Heredero de la más cruenta dictadura de la historia, aquella que persiguió adversarios políticos con saña y sangre. Abdo no puede contradecir su pedigree.