El principal problema que tiene en este momento el Paraguay es de índole económico, por la necesidad de reactivar todo el complejo productivo, financiero, comercial y de empleos. Aunque la preocupación predominante de los responsables del Gobierno es la política, sobre todo lo relacionado a las internas partidarias.
La proximidad de las elecciones generales del 2023 ha hecho que las autoridades nacionales se metan en la pelea al interior del Partido Colorado y no se ocupen debidamente de los esfuerzos para superar la situación de crisis que se vive. Por eso es imprescindible, y muy necesario, llamar la atención sobre este hecho para que se adquiera conciencia de la situación y se comience a trabajar por la recuperación del país. Que es la prioridad del momento.
En el pasado reciente ya se han vivido momentos similares, por lo que la repetición de estos desaciertos no es nueva. Llama la atención que no se haya aprendido la lección de los errores anteriores y que se sigan repitiendo las mismas equivocaciones.
El ex presidente del Banco Central del Paraguay Carlos Fernández Valdovinos recordaba recientemente que en la actualidad se están presentando cifras muy parecidas a las que se habían tenido 20 años atrás cuando se vivió uno de los peores momentos económicos. Y que a pesar de ello las autoridades actuales no están tomando las medidas que la experiencia aconseja adoptar.
Destacó que en el 2002 la contracción de la economía era del 2,2%, similar a la posible caída de este año de 1% o 1,5%. Que el déficit fiscal era de 3,5%, mientras que para este ejercicio se espera un 3,6%, en tanto que la inflación de entonces era de 14,6% interanual y la de este año ya está por un 11,4%.
Señaló que la situación es altamente inquietante porque ante las mismas dificultades que se están sufriendo, desde el Gobierno no hay reacciones para contrarrestarlas. Como si la cuestión económica fuera una situación que va a pasar, sin que las autoridades del país tomen intervención para poner las cosas en su lugar.
Esta falta de comprensión de lo que ocurre es uno de los hechos más preocupantes del momento actual. Cosa que resulta más alarmante cuando se observa que los responsables del Gobierno se ocupan preferencialmente de los asuntos de las internas partidarias abandonando la obligación de atender prioritariamente los temas más importantes de la situación del país.
Exponentes del Gobierno han manifestado su alegría por la reciente calificación de la Fundación Getulio Vargas de que Paraguay está primero en el ranking de clima de negocios entre los países de esta parte del continente. Lo cual es destacable. Pero esta calificación en los hechos prácticos no incide en el panorama de la situación económica actual, pues se trata más bien de las posibilidades y expectativas de que puedan concretarse nuevas inversiones. Es como señalar que se tiene el mejor suelo para la agricultura, lo cual es positivo, pero que no sirve de nada si no se siembran las semillas para aprovecharlo.
Ya que en el Paraguay se tiene el mejor clima de negocios, como se ha visto, hay que trabajar desde el Gobierno para que haya nuevas inversiones en las más diversas ramas de la actividad económica. Pero eso es posible solo si el Estado se ocupa preferencialmente de los asuntos relacionados a la actividad económica, no cuando los altos funcionarios están distraídos en cuestiones políticas partidarias, que no son la prioridad del momento.
Teniendo en cuenta la coyuntura actual, el país se encuentra ante un gran desafío. Debe aprovechar las dificultades que lo impulsan a buscar soluciones para utilizar los factores positivos mencionados y de ese modo emprender con toda la energía el mejoramiento de los sectores más golpeados. Pero para eso las autoridades nacionales deben ocuparse especialmente de la tarea que les corresponde en la conducción de los asuntos del país.
Las cuestiones relacionadas a la política tienen su importancia y su campo de acción. Pero en este momento en que el Paraguay necesita salir con rapidez de la crisis, la prioridad no son las internas del Partido Colorado, sino la recuperación del país mediante la reactivación económica.