De acuerdo con las previsiones de Meteorología, esta semana tendremos una ola polar sobre el país, generando temperaturas muy bajas en casi todo el territorio, por lo que alertan tomar medidas de precaución especiales. Relacionados íntimamente con el anticipado frío invernal, también estamos transitando desde hace varias semanas por una etapa crítica por el aumento de casos de enfermedades respiratorias de diversa gravedad que afectan mucho a niños pequeños y en edad escolar y a personas mayores. Los servicios de Salud de todo el país, reportan un gran aumento de casos y algunos se han presentado en forma grave, necesitando además el uso de UTI, un servicio complejo que además es escaso en todo el territorio nacional, agravando más aún la crisis sanitaria.
Por otra parte, el fin de semana se ha informado que el Laboratorio Central del Ministerio de Salud Pública detectó la circulación local de un nuevo sublinaje de la variante Ómicron de covid-19, que es BA.5, lo que generó un aumento de casos en mayores de 60 años. El pasado 27 de mayo, la cartera sanitaria, a través de Vigilancia de la Salud, anunció que se había detectado otro sublinaje en el país, identificado como BA.2.12.1. Esto confirma lo esperado, ya que según las autoridades sanitarias, era de esperarse un aumento de casos especialmente en poblaciones consideradas vulnerables lo que se patentiza –si bien no en cantidades compatibles con lo que fue en pandemia– en la mayor cantidad de internaciones y la presencia de familiares de personas de todas las edades internadas por covid o enfermedades respiratorias en los hospitales. En muchos de ellos, volvieron a armarse las carpas que protegen, aunque precariamente, a la gente que debe esperar noticias y estar atenta a los pedidos de medicamentos e insumos faltantes en los nosocomios, generando los problemas que, con las bajas temperaturas, se agigantan.
Todos recordamos con tristeza y con particular dolor en muchos casos, la experiencia traumática de los dos años de pandemia cuando parecía que no íbamos a salir nunca a la luz después del oscuro túnel de la desesperación, por lo que ahora, tal vez sea oportuno tomar más conciencia sobre la importancia de la prevención de los casos más graves, ya sea por la vacuna disponible en todo el país para todas las dosis y edades y, por supuesto, mantener las costumbres adquiridas en esos momentos, como la higiene de manos, el alcohol en gel y el uso de tapabocas en lugares cerrados y cuando se está padeciendo algún resfriado o enfermedad respiratoria.
Esas simples medidas que muchos abandonaron por no ser más obligatorias, son vitales, según los especialistas, para evitar los contagios no solo de covid-19 sino de todo tipo de virus circulante en esta época que afectan seriamente la salud como la influenza, gripes y afecciones que pueden agravarse y poner en peligro la vida.
Por otra parte, el frío genera también preocupación en lo social, ya que aumentan los riesgos para personas en situación de vulnerabilidad. Tanto personas que viven en las calles como miembros de comunidades nativas que se han trasladado por cualquier razón a las ciudades y deambulan por las calles o están acampando en plazas y espacios públicos, deben tener acceso a los refugios que la SEN y el INDI en estos momentos, apoyados por otras instituciones, ofrecen como alternativa para atravesar las duras jornadas, especialmente de noche y madrugada a quienes lo necesiten. Ademas, reciben comodidades y atención como una comida caliente, abrigo y posibilidad de acceder a ropa adecuada y, sobre todo, un trato humanitario que abriga tanto o más que las frazadas disponibles.
Es importante entonces estar muy atentos en estos momentos al clima y la problemática que se genere tanto en salud como en atención a quienes están a la intemperie o sufriendo necesidades de todo tipo. Un llamado que debemos atender como ciudadanos dispuestos a no pasar por la vida protegernos y proteger a los demás y, sobre todo, tender la mano a quienes lo necesiten.