La Cámara de Diputados pidió informes a la Dirección de Material Bélico (Dimabel) sobre diversos aspectos del convenio que tiene con la Compañía Brasileña de Cartuchos (CBC), que ha sido calificado como un acuerdo entreguista e incluso peligroso para los intereses del país. Según el convenio, el organismo estatal se encargará de producir municiones que la entidad brasileña podrá luego distribuir sin que haya mayores provechos para la empresa paraguaya.
Este diario ha venido dando a conocer las desprolijidades de la Dimabel sobre los negocios con la empresa del vecino país, que tienen muchas aristas cuestionables.
Los hechos denunciados radican principalmente en que el convenio favorece a una empresa privada de otro país a costa de una empresa pública paraguaya. Además de analizar los intereses del Estado paraguayo, hay que estudiar lo relacionado con la estrategia de la soberanía y seguridad nacional. Como señalaron algunos entendidos en el tema, la Dimabel debe estar fuera de la influencia de cualquier agente extranjero en su estructura, aparte de asegurar el suministro para la producción de la dotación de guerra de las Fuerzas Armadas.
El presidente de la Coordinadora de Militares Retirados, Hugo Scolari, en una entrevista para el programa “A punto”, del canal GEN/Nación Media, resaltó que el contrato que tiene el ente nacional con la empresa CBC está en términos muy difusos. “No hay objetivos claros que beneficien a la Dimabel, y la CBC es la que va a ganar muchísimo prestigio y ni hablar de la parte económica”, remarcó. De acuerdo con el documento, la firma brasileña lucrará por cinco años con la infraestructura y personal de la Dimabel para la producción de municiones. Uno de los aspectos más cuestionables para la entidad pública es que la concesión se realizó de manera directa, sin haberse hecho concurso de precios ni licitación pública.
El militar dijo que este tipo de acciones no corresponden para fortalecer a la Dimabel, ya que los asuntos administrativos son competencia del Ministerio de Defensa Nacional. Agregó que el documento debe tener la firma del ministro, de una autoridad superior a la de un simple director, porque es un compromiso muy importante, con mucho riesgo de independencia y de confidencialidad.
Remarcó que Dimabel tiene una relevancia estratégica en el campo de la defensa y la seguridad nacional. Y que por esta razón debe estar fuera de la influencia de cualquier agente externo en su estructura.
En el programa denominado “La caja negra”, difundido por Unicanal, el coronel Justo Araújo, uno de los directivos de la Dimabel, desvirtuó los cuestionamientos que se están haciendo al polémico contrato, y dijo que todo forma parte de una desinformación. Afirmó que no se trata de la entrega de la soberanía, sino de adecuar el organismo a los nuevos tiempos y hacer que se convierta en corto plazo en líder en la producción de cartuchos de guerra en toda la región. Aunque de hecho está asociándose a una empresa proveniente de un país vecino, cuyo gobierno tiene sus intereses estratégicos en Paraguay.
No se trata de suscitar sentimientos de xenofobia hacia la empresa extranjera contratada ni impresiones negativas hacia el vecino país, con el que se tienen numerosos negocios conjuntos, como la hidroeléctrica de Itaipú. Pero un organismo público militar no puede ignorar la importancia fundamental de cuidar con suma escrupulosidad el tema de la soberanía nacional y los intereses estratégicos del país que están por encima de ciertas conveniencias de segundo orden.
Es difícil entender que la comercialización de insumos militares que produce una entidad pública paraguaya encargada de cuidar la integridad y la soberanía del país, como son las Fuerzas Armadas, esté en manos de una empresa de la nación vecina, que tiene intereses estratégicos propios. Aparte de los numerosos cuestionamientos que tiene el acuerdo de la Dimabel con la empresa brasileña ya apuntados por nuestro diario, hay que agregarle también el relacionado con la soberanía nacional, que no es un tema menor.
Por todo lo cual lo más aconsejable es que el organismo militar paraguayo rescinda el contrato con la entidad brasileña. Y se encargue de realizar nuevos compromisos de acuerdo con lo que mandan las leyes administrativas y procedimientos que no puedan ser cuestionados por su desprolijidad.