Mientras la seguridad ciudadana está siendo arrebatada por criminales de diferentes niveles de organización –partiendo de individualidades homicidas–, el Gobierno en pleno está embarcado en un proselitismo desenfrenado y desesperado por instalar candidaturas oficiales tanto para la Presidencia de la República como para la titularidad de la Junta de Gobierno del Partido Colorado. Y como nunca, el Poder Ejecutivo se está descarrilando en todos los frentes. Los sicariatos no se limitan ya a las comunidades fronterizas, llegaron al departamento Central y Asunción con índices que serán uno de los mayores estigmas de esta administración. No existe política de prevención de la delincuencia. Y eso que la sociedad solo se detiene en los casos que causaron conmoción y que desnudan la absoluta desprotección de la gente. Cualquiera, en cualquier momento y en cualquier lugar, puede ser víctima. Es aún más complicada la situación porque existe una sensación evidente de que hemos normalizado los “ajustes de cuentas” entre grupos enemigos. Ni siquiera ese cobro de facturas entre criminales debemos tolerar porque sería una peligrosa evasión que estará abriendo las compuertas a una espiral de violencia que nos irá arrastrando cada vez con mayor furia.
Durante estos últimos cuatro años, el Presidente nunca se acordó que tenía la misión y la función de gobernar. Exhibe números en cuanto a kilometrajes de rutas que nadie, hasta hoy, pudo comprobar. En varias oportunidades, desde diferentes espacios de nuestro diario, hemos sugerido al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) que demuestre en números reales los logros de los que se pavonea. Así podremos corroborar si las obras fueron exclusivamente diseñadas y ejecutadas en este período o también se adjudicaron en toda su extensión aquellas que estaban a punto de concluir. Demás está decir que la calidad de las rutas, de acuerdo a publicaciones que no son nuestras, está muy por debajo de los rangos exigidos, pues a poco de inaugurarse ya se están deteriorando aceleradamente.
Dentro del sector de la salud pública, su caballito emblema, las unidades de Salud de la Familia (USF) no están equipadas o ya se encuentran con graves fallas de infraestructuras. Todo queda registrado y documentado en los medios de comunicación. El Instituto de Previsión Social (IPS) está contaminado por la corrupción, haciendo ganar licitaciones leoninas a empresas amigas del vicepresidente de la República y aspirante a la primera magistratura de la nación, Hugo Velázquez. Mientras tanto, no cumple con sus servicios más básicos, como la atención rápida y provisión de medicamentos a los asegurados. Al contrario, ofrecen un trato humillante, en casi todos los centros –sobre todo en la central–, a quienes con sus aportes sostienen el funcionamiento de la institución. Los que más sufren, ante una indiferencia que solo puede calificarse como miserable, son los pacientes oncológicos.
La permisividad o complicidad de este gobierno con el trato abusivo, unilateral y discrecional del Brasil en el manejo de la Itaipú Binacional, de la cual somos dueños condóminos en los papeles, está poniendo en riesgo nuestro futuro de soberanía energética, que está directamente relacionado con nuestro futuro de desarrollo económico. Durante el último mes, el todavía ministro de Relaciones Exteriores en ese entonces, Euclides Acevedo, se pasó recorriendo los medios, haciendo proselitismo por su propia precandidatura presidencial, en tanto que el ente hidroeléctrico no tiene una tarifa consensuada. Tanta es la indolencia gubernamental ante esta crisis de impredecibles consecuencias, que el Consejo de Administración de la Itaipú exhortó a los integrantes del Directorio Ejecutivo a definir para mayo este punto crucial para la empresa binacional.
Y para concluir, veremos hasta dónde este gobierno está inmerso en el contubernio para declarar canilla abierta para la corrupción en Petróleos Paraguayos (Petropar), puesto que el Congreso de la Nación, por mayoría, aprobó que pueda realizar sus compras directas sin participación de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas. Lo sensato –una materia rara– sería que el Ejecutivo vete la ley. El titular de la institución, Denis Lichi, anda más preocupado por su campaña proselitista en la búsqueda de la Gobernación de Cordillera en representación del oficialista Fuerza Republicana. El negocio debe ser grande, que los liberales y senadores José Ledesma, alias Pakova, y Enrique Salyn Buzarquis defienden este procedimiento, que algunos analistas consideran como una licencia para robar a mano llena.
Como podrá apreciarse, la inseguridad que nos acorrala y asfixia tiene varios matices. Aunque la que más atemoriza tiene que ver con asaltos, secuestros y asesinatos, no podemos dejar de observar esta terrible inseguridad institucional que deviene de su propia debilidad interna. La corrupción también tiene las características del crimen organizado.