Zorros cuidando del gallinero es lo que vimos en estos días con las filtraciones de los videos de las cámaras que forman parte del mismo centro de monitoreo de la Unidad Interinstitucional para la Prevención, Combate y Represión del Contrabando (UIC), a cargo del ministro Emilio Fúster y que fuera montada para pescar contrabandistas.Fila de camiones, los videos muestran cómo 40 vehículos de gran porte ingresaron cargados en una sola noche sin un tipo de control y además utilizaron las instalaciones de la Armada Paraguaya para el contrabando.
El ministro Emilio Fúster y el comandante de la Armada, Carlos Velázquez, no pueden seguir en el cargo. Este último es directamente pasible de una baja deshonrosa por el burdo sumario que ensayó para blanquear los cargamentos ilegales que se depositaron en el predio militar de Itá Enramada.
La misión de la Armada es custodiar la integridad territorial y los intereses nacionales relacionados a lo fluvial; los videos difundidos recientemente muestran lo contrario. Peor aún, Fúster no denunció al Ministerio Público y Velázquez “arregló” el caso con un sumario que no llevó a nada.
El contrabando es un delito penado con multas de hasta 5 veces más del valor de lo ingresado y tiene pena de cárcel de 5 años. Fúster ni el comandante de la Armada pueden desentenderse de las leyes blanqueando ilícitos entre 4 paredes.
Policías y militares facilitan el ingreso ilegal de camiones y además custodian a los contrabandistas que retiran sus mercaderías del predio de la Armada. Convirtieron la sede militar en depósito clandestino. Es imperdonable esta degradación institucional a favor de la corrupción.
El presidente de la República debe dar señales claras y desmarcarse de este esquema, castigando a los responsables del atentado contra nuestra economía.
Las filtraciones del comunicador Alfredo Guachiré incluso mostraron un show montado frente a la Prefectura Naval de la Armada, protagonizado por un militar en defensa de los contrabandistas. Se prestaron para un simulacro de ataque y amotinamiento, todo esto para evitar que se realicen controles de las cargas en el lugar.
En las imágenes se ve cómo llega a la sede de la Prefectura un camión con una gran cantidad de militares, prestos para el simulacro. La Policía colaboró para el teatro y se constituyeron en dos camionetas policiacas; sin embargo, previo a todo este despliegue, varios camiones de carga, con productos presuntamente de contrabando, ya pasaron por el lugar sin que ninguno de ellos haya sido controlado.
Fúster y el comandante de la Armada sabían todo, fueron cómplices de las transadas para el comercio ilegal. Para colmo, intentaron zafar la inacción con argumentos infantiles de que temían un enfrentamiento con derramamiento de sangre.
Se valieron hasta de la neblina para alegar por qué no frustraron los procedimientos ilegales. Una tomadura de pelo, que ni sus madres consentirían. No informaron, se quedaron callados, armaron un blanqueo con sumarios de fantasía y encima nos quieren encajar versos absurdos para zafar del encubrimiento.
El Estado dispone de una gigantesca estructura para interceptar e intervenir el ingreso ilegal. ¿Por qué Fúster y Velázquez se callaron y no movieron las fuerzas públicas como el Ministerio Público en los sucesos que se ven en los videos? ¿A quiénes protegen?, son explicaciones que deben dar, pero primero deben desprenderse de la investidura, ambos demostraron que no son aptos para combatir el contrabando.
Todo el sector industrial y la economía sufrieron y sufren el flagelo de la competencia desleal producto del contrabando. Es insostenible que los que están hoy al resguardo de nuestras fronteras sigan en el cargo.
Los empresarios y la ciudadanía en general se desahogan todos los días en los medios de comunicación y las redes cuestionando la corrupción como la impunidad. Es inaguantable tanta descomposición, es hora de que las autoridades escuchen y hagan caso al clamor de la gente.