Las noticias internacionales indi­can que la primera jornada de negociaciones entre Ucrania y Rusia para entablar un diálogo encaminado al cese de las hostilidades rusas no ha tenido mayores resultados, y se habló de seguir más adelante las trata­tivas.

El país agresor continuó sus ataques inten­sificando su invasión con miras a llegar a la capital del Ucrania, Kiev, para poner en zozobra a su gobierno legítimo. Los ciudada­nos atacados están buscando cobijo en otros países limítrofes, como Polonia, que hasta el lunes último ya había recibido más de 600 mil refugiados ucranianos.

La situación bélica ocasionada por la invasión rusa a Ucrania traerá numerosas dificultades comerciales y financieras para nuestro país. El principal inconveniente es que ya no se le pueda vender carne bovina a Rusia, puesto que, con la suspensión del sistema bancario de ese país, los exportadores nacionales no podrán cobrar por sus envíos.

Ante la noticia de que Rusia fue excluida del sistema internacional de pagos, automáti­camente se pararon las exportaciones a ese mercado. “Queda totalmente suspendida hasta que Rusia y los exportadores puedan encontrar un mecanismo legal para reanudar el comercio. Creo que las sanciones econó­micas incluso van a ser más severas, de aquí a un tiempo”, señaló el presidente del Senacsa, José Carlos Martin. Los bancos rusos están siendo eliminados del sistema Swift, que per­mite la conexión en el sistema bancario para las operaciones financieras, lo que le impe­dirá hacer transacciones en todo el mundo. Esta es una medida punitiva resuelta por EEUU, la Unión Europea e Inglaterra, que impedirá las operaciones internacionales de los bancos de ese país. Actualmente hay 145 contenedores con carne paraguaya en trán­sito hacia Rusia por los que se deberían cobrar 30 millones de dólares.

Esta situación hará necesario buscar meca­nismos de cobros especiales, por un lado, y explorar nuevos mercados para no depender tanto de ese comprador cuya situación bélica y política no se sabe cómo continuará.

Rusia es uno de los principales importadores de la carne paraguaya y su papel es impor­tante, ya que anualmente adquiere más de 70 mil toneladas del producto que supera los 300 millones de dólares. Antes de la pandemia, Paraguay le vendía 100 mil toneladas de las 250 mil que se exportaban a nivel general.

La paralización del comercio de carnes con Rusia tendrá fuertes repercusiones en el sec­tor pecuario nacional, si la situación bélica continúa y el castigo que ha recibido el sistema bancario ruso permanece invariable. Ese país es importante como cliente porque ha llegado incluso a adquirir el 95% de las exportaciones nacionales de ese renglón en el 2004.

Las consecuencias económicas pueden durar mucho tiempo, por lo que se debe buscar con rapidez nuevos mercados para la carne y otros productos. Otros artículos de exportación que van a otros países también se verán perjudica­dos por la inestabilidad causada por la guerra.Algunos empresarios de frigoríficos señalaron que las gestiones para venderle carne bovina a Estados Unidos están muy adelantadas y que, si se logra ese objetivo, se podría paliar el golpe recibido por las exportaciones a Rusia.

Voceros de la Cámara Paraguaya de la Carne (CPC) indicaron que las gestiones para enviar los productos a EEUU están muy ade­lantadas y cerca de su culminación. Recorda­ron que se están ante los últimos trámites de la burocracia norteamericana para ser habi­litados para las exportaciones.

Inicialmente Estados Unidos compraría carne industrial, pero se espera que poste­riormente adquiera carne premium, que irá directo al consumidor final. Cuando se afiance el mercado, luego de un año, y si no hay problemas sanitarios, se optaría por enviar los productos al mejor pagador.

La situación planteada con la guerra euro­pea debe servir para que el Paraguay tome medidas encaminadas a enfrentar este tipo de inconvenientes con respuestas estructu­rales válidas permanentes y no solo cuando la coyuntura aprieta. Debe diversificar sus exportaciones y no depender solo de algunos productos. Tiene que conquistar un mercado más amplio, con más países compradores, para mejorar sus ventas y no estar sujeto a los vaive­nes políticos o eventos naturales. Debe crear un organismo especializado que estudie las dificultades del mercado, de precios y coyun­turas adversas, que tenga una respuesta rápida ante este tipo de inconvenientes. Solo así se evitarán quebrantos que peligran la economía.