En las elecciones municipales del domingo último se pusieron en práctica por primera vez las disposiciones de la Ley 6318/19, que establece el desbloqueo de las listas sábana. Y los resultados han demostrado la bondad del nuevo sistema, puesto que ha permitido vientos nuevos en las viejas estructuras, abriendo oportunidades a mayor cantidad de ciudadanos que pretenden más participación democrática.
Su aplicación ha hecho que se eligiera a muchos candidatos mediante la preferencia real que consiguieron entre los electores y no de manera forzada, como en el sistema anterior. Otros, que siempre habían sido elegidos en las listas bloqueadas no fueron electos y tuvieron pocos votos porque los votantes no los prefirieron. De ese modo tan simple, el nuevo procedimiento de desbloquear las listas cerradas ha dado muestra de que las personas han sido electas porque los electores las eligieron individualmente y no por formar parte de una lista rígida que no permitía la verdadera selección de los individuos. En otras palabras, con el nuevo sistema se han dejado en el recuerdo las oprobiosas listas sábana, que además de ser anacrónicas, eran injustas porque obligaban a elegir a personas que no tenían la preferencia de los votantes y que, por estar en una lista cerrada, recibían forzadamente el voto de la gente.
Gracias a la apertura, decenas de personas capaces, sin mayores recursos económicos para hacer propaganda política, con escasa o ninguna trayectoria en la actividad partidaria han sido electas de manera sorprendente. Es que los votantes las han preferido por inspirarles mayor confianza que otras con más itinerario, pero que no son las predilectas de la ciudadanía.
Sobre ese punto, el ex ministro Santiago Peña afirmó que hay que enterrar definitivamente la discusión sobre las listas sábana. Y se debe mostrar que mediante el nuevo sistema “jóvenes de diferentes extracciones, universitarios, trabajadores sociales, así como empresarios de las mismas bases partidarias pudieron acceder a cargos de la Junta Municipal, que con el sistema anterior iba a ser imposible. Es el sistema más democrático y que más representatividad asegura”, aseveró.
La Ley 6318/19 establece que los convencionales constituyentes, senadores, diputados y parlamentarios del Mercosur, así como los miembros de las juntas departamentales y municipales deben ser electos en comicios directos, sobre la base del sistema proporcional, en listas completas, cerradas y desbloqueadas. En relación con los comicios municipales, la norma dice que las autoridades de la Junta Municipal serán electas en comicios que se realizarán en el distrito electoral que corresponde a cada municipio, y que las listas de candidatos deben contemplar la totalidad de los cargos e integradas por listas cerradas, desbloqueadas y de representación proporcional.
La lista cerrada y bloqueada es la que permite que el elector únicamente puede votar por la lista como se la presenta y el origen de los candidatos es invariable. En cambio, la lista cerrada y desbloqueada permite que el elector dé su voto por un partido, disponiendo de un voto preferencial y en la lista de candidatos elige a uno de entre los varios que se presentan. No vota por la lista completa sino que selecciona a una de las personas que aparece en ella.
La bondad de esta nueva forma de votar para una nación con ansias de practicar la democracia es que permite y garantiza una mejor y mayor participación a los electores. Y al asegurar una más completa intervención de la ciudadanía, ayuda a que los individuos elegidos respondan realmente al sentimiento popular.
Está claro que hay muchos que se oponen a la disposición de elegir en listas desbloqueadas porque el sistema de listas sábana les permite no remover a los privilegiados que están atornillados a los cargos. Muchos preferirían que todo continuara como antes para que no entre aire fresco en los niveles del poder político. Pero la verdadera democracia implica posibilitar la movilidad de las figuras, la adecuación constante de los cuadros del personal de acuerdo con las necesidades cada vez mayores de una sociedad. El estancamiento no es saludable cuando el pueblo necesita expresarse y ser escuchado con mejores posibilidades de respuesta en los organismos democráticos.
Por estas razones lo más acertado es que la democracia paraguaya no utilice nunca más las listas sábana.