La participación del electorado juvenil en las municipales de este domingo 10 de octubre puede tener gran incidencia por el porcentaje que representa y la calidad del voto de este sector. Los jóvenes han dado grandes lecciones en procesos claves de nuestra democracia.
Las elecciones con alto porcentaje de participación históricamente han sido las más sustentables. Los resultados equivalen a un mayor empoderamiento de la ciudadanía. Y en este contexto motivar a la población juvenil puede ser una importante estrategia como Estado, más allá de las expectativas que tengan los candidatos.
Los jóvenes son la masa crítica de este país, la principal fuerza de la economía y otros. Que hagan saber sus preferencias en estas elecciones municipales será otra gran lección para los políticos de todos los colores.
Según el Tribunal Superior de la Justicia Electoral, el 30% del padrón está formado por el sector juvenil, en la franja etaria de entre 18 y 30 años.
El desglose presentado por el órgano rector electivo también indica que en la franja de entre 30 y 39 años están habilitadas 986 mil personas, mientras que los electores de entre 40 y 49 años son 788 mil y así sucesivamente.
El porcentaje electoral juvenil señalado no es nada menor considerando que para estas elecciones del 2021 podrán votar 4.644.536 personas. Aprovechar el potencial de este electorado es más que necesario; para ello se sugieren obviamente propuestas acordes a las perspectivas del sector.
Empleos dignos que apunten a la profesionalización dejando de lado la prebenda; salud y educación son ofertas básicas en el momento que un candidato piense en el voto de la juventud. Una juventud que rutinariamente viene manifestándose contra la corrupción, clamando mejores inversiones en los mencionados rubros claves de nuestro Estado.
Las municipalidades son las instituciones más cercanas para los ciudadanos, los candidatos y las autoridades comunitarias deben aprovechar esta posición de cercanía para que la fuerza viva juvenil de cada barrio se involucre en las gestiones. Esto implica interés y estímulo para que los jóvenes vayan a ejercer el derecho al sufragio.
La radiografía electoral revela que 261 ciudades del país buscan nuevos intendentes, entre los que se encuentran, vale decir, algunos que persiguen su reelección. Los datos de la Justicia Electoral además dicen que hay 2.781 miembros de juntas municipales titulares con la misma cantidad de suplentes.
Una diversidad de candidatos hay para este domingo 10 de octubre, día en que se postulan 831 políticos por el cargo de intendente municipal. Cerca de 30 partidos y más de 100 movimientos políticos, además de concertaciones y 118 alianzas. Multicolores opciones están en competencia; por ello las propuestas también deben ser diversas y sustentables, pensado en todos los sectores de cada comunidad, principalmente en los jóvenes.
Los postulantes que logren llevar a las urnas al electorado juvenil tendrán ventaja.
A estas alturas, capaz ya las decisiones estén cantadas y los resultados ya estén prácticamente definidos en muchos lugares debido a la apatía.
Sin embargo, no hay que subestimar una última campaña en convencer a aquellos fríos e incrédulos, desmotivados por los años de desidia y régimen de malas gestiones, nivel en el que la población juvenil suele acomodarse con apenas un 50% de participación a falta de buenas ofertas de gobierno por parte de los candidatos.
Dar vuelta las estadísticas de descenso y estimular para que ese 30% del electorado compuesto por jóvenes de 30 años llegue a las urnas es un compromiso de todos los sectores. Políticos como votantes deben asumir sus responsabilidades para que el civismo se imponga.
Los jóvenes deben entender que el voto es la herramienta más sostenible para orientar al Estado hacia mejores oportunidades para todos. La indiferencia es un arma letal cuando se puede marcar la diferencia ejerciendo un derecho tan sencillo, pero fundamental, como es el sufragio. La juventud puede suscribir una historia diferente este domingo.