La intervención que había realizado hace tres años el Poder Ejecutivo en la Municipalidad de Ciudad del Este, cuyo resultado llevó a la Intendencia al joven abogado Miguel Prieto es, lastimosamente, un proceso que terminó en saco roto.
Las denuncias de corrupción que se habían confirmado con la auditoría realizada en el 2018, que con el cambio de administración iban a ser desterradas, siguen sacudiendo a la institución.
Los audios filtrados recientemente, y en los que se sugiere el gran banquete que se hace con las licitaciones, suponen que no han sacado al municipio del aprieto. Al contrario, hay indicios de que la transparencia, la honestidad, que se habían prometido, continúan siendo un fraude a la confianza de la ciudadanía.
Las grabaciones divulgadas hace pocos días sugieren la angurria desmedida y vulgar de un grupo de concejales mediante supuestas conversaciones en las que se evidenciaba el cobro por licitaciones aprobadas en la municipalidad. La falta de moral hasta expuso el pecheo que se hacía por el porcentaje de las “comisiones”, que por el camino mermó para algunos.
Cambió la administración, pero no las mañas. Y están salpicados concejales como el íntegro joven que a sus 30 años había logrado convertirse en intendente de Ciudad del Este, hoy aspirante a la reelección.
Siguen lloviendo denuncias de sobrefacturación, direccionamiento de licitaciones, favoritismo en adjudicaciones, superpoblación de funcionarios por recomendación, planillerismo, amiguismo, etc., durante la administración Prieto y de su sucesor Hugo Benítez, del mismo equipo político.
Las acusaciones son doblemente graves, al salpicar a funcionarios y ediles que en teoría eran acérrimos enemigos de la corrupción, pero que al parecer solo se aprovecharon de la galopante crisis para ocupar cargos.
La Fiscalía tiene varias denuncias contra la administración Prieto. El caso más sonado es el de Tía Chela, un pequeño autoservice de dudosa capacidad financiera para los G. 2.949 millones de contrato de provisión de mercaderías que asumió con la Municipalidad de Ciudad del Este.
La Contraloría Ciudadana de Ciudad del Este también presentó una denuncia penal contra el ex intendente Miguel Prieto y subsidiariamente contra los concejales municipales por supuesto delito de lesión de confianza con la malversación de recursos provenientes de los impuestos inmobiliarios.
Los audios de supuesto cobro de coima que involucran a cuatro concejales también fueron denunciados penalmente. A esto se suma una serie de denuncias periodísticas regionales que rutinariamente sindica alevosos hechos de corrupción en la comuna esteña.
Es decir, los cambios que se esperaban después de la intervención del Ejecutivo y que instaló nuevo gobierno en la Municipalidad del Este se redujeron en gran parte al discurso político de los oportunistas hambrientos de poder. Así dicen las denuncias de corrupción que aparecieron en estos últimos meses y que advierten mayor intensidad como es habitual en las épocas electorales.
Es por ello que la Fiscalía debe atender con celeridad las denuncias de manera de dilucidar las acusaciones sobre los malos manejos del dinero público. Las actuaciones del Ministerio Público en tiempo y forma develarán la verdad sobre los hechos, y la ciudadanía contará con elementos para saber elegir.
No se puede dejar pasar tantas denuncias de corrupción.
Este es un momento clave para salvar a Ciudad del Este del aprieto. Las instituciones de control deben poner todo de su parte para corregir lo que se hizo mal y castigar a los responsables.