Diferentes evaluaciones sobre la marcha de la economía y el clima de negocios en nuestro país indican que el Paraguay se encuentra en los mejores lugares entre las naciones de América Latina. La buena calificación alcanzada se debe a que, com­parativamente, ha sido el menos golpeado por la emergencia económica, además de ser uno de los que han podido reaccionar con mayor rapidez en la situación adversa. La valoración positiva no es para pensar que somos el mejor o que se ha tenido un logro extraordinario, como puede pre­tender hacernos creer la propaganda del Gobierno. Simplemente, entre los muy malos estamos entre los menos malos.

Una reciente publicación de la Fundación Getulio Vargas de Brasil sobre el clima económico del tercer trimestre del 2021 en América Latina pone al Paraguay con el más alto puntaje, por encima de otras naciones que están creciendo fuertemente después del golpe ocasionado por la pan­demia. Esto en el marco de un repunte general de la región latinoamericana para la que prevé un crecimiento del producto interno bruto (PIB) del 5,4% para el tercer trimestre de este año, por encima de sus estimaciones del segundo semestre que preveían un alza del 4,3%.

En el Índice de Clima Económico (ICE), de los diez países de Latinoamérica ana­lizados, el Paraguay se encuentra con la mejor calificación, con 125,1 puntos. Le siguen Brasil, con 116,5, y continúa Chile que tiene 104,1 puntos, y Colombia, con 101,1. Por debajo de los 100 puntos están las naciones ubicadas en terreno nega­tivo: México, Uruguay, Ecuador, Bolivia y Argentina, de acuerdo con la evaluación de la fundación brasileña.

Aunque nuestro país es el de mejor clima según Getulio Vargas, no es el que tendrá el mayor crecimiento económico durante el 2021, porque varios países que tuvieron caídas muy fuertes crecerán más y podrán superar el pozo al que llegaron. Los que tendrán mejores rendimientos previstos para este año, según el organismo, son: Perú, con 9%; Chile, con 8%; Colombia, con 6,4%. Les siguen Argentina, con 5,3%, y México, con 5,2%. Para Paraguay prevé un alza del 3,4% en su PIB, mientras que el Banco Central del Paraguay (BCP) estima un 4,5%, y el banco Itaú 5,0%.

Aunque falta mucho para llegar a las gran­des realizaciones, los puntos positivos alcanzados son una realidad que no se puede desconocer. Pero más que para un regocijo infantil, los reconocimientos impli­can un compromiso para seguir trabajando en todos los frentes a fin de alcanzar la recu­peración de la economía. Para ello se tienen que vencer todos los obstáculos políticos, económicos y sociales que están empanta­nando hace tiempo el desarrollo nacional.

Entre los asuntos pendientes que hay que abordar está la reestructuración del Estado ineficiente, que es una de las prin­cipales enfermedades crónicas del país. No se puede seguir sosteniendo una maquina­ria que gasta más de lo que produce y que es el agujero sin fondo que va absorbiendo la mayor parte de los recursos económicos.

En esta tarea el papel de la clase política dirigente es fundamental, pues debe efec­tivizar las leyes necesarias y enterrar la mala práctica de usar a las instituciones públicas como fuente de empleo para sus fines partidarios.

El país debe combatir fuertemente sus debilidades, avanzar con firmeza en lo que se está haciendo bien y tratar de conseguir en el tiempo más breve posible la recupe­ración económica, con los logros socia­les y políticos que implica. El Gobierno y los empresarios deben invertir más para aumentar la oferta de empleo y lograr una mayor distribución de oportunidades para los diversos sectores de la ciudadanía.

El Estado tiene que achicar lo más posi­ble la elevada evasión impositiva, com­batiendo el contrabando y la informali­dad económica. Para ello la Justicia debe castigar a los infractores y no dejarlos libres para gozar de su riqueza malhabida, como en una reciente decisión judicial del sonado caso del Detave en que está involu­crado un general retirado. Estamos aban­donando la dura emergencia a la que nos sometió la pandemia y el cúmulo de pro­blemas que ocasionó a la sociedad. Hay que apuntar a la reactivación y trabajar con más fuerza para obtener el tan deseado bienestar general.

Dejanos tu comentario