La extrema “estrategia” de lucha de los camioneros que vienen cerrando rutas, por cierto, instigados por políticos de un sector que desde siempre se han colgado de los aprietes populistas, además de violar la Constitución Nacional, comienza a afectar fuertemente a la economía. Los sectores productivos ya están lamentando no poder seguir con sus procesos industriales y los consumidores no encontrar ciertos productos en los comercios.
El país entero rechaza esta medida extorsiva que de vuelta tiene detrás a los políticos oportunistas de siempre, que hoy aprovechan una alianza coyuntural con el Gobierno para tener un poco de protagonismo, ya que sus méritos no trascienden. Un perjuicio enorme está generando la medida adoptada por los camioneros, que se traduce en una violencia desproporcional contra los derechos de terceros y, por ende, contra la economía paraguaya.
Menos producción implica menos venta y, por supuesto, menos cobro de impuestos para el fisco que sabemos luego recae contra beneficio de los más vulnerables que bien o mal, dependen de la educación y salud que pueda proveer el Estado. ¿Quién se hará cargo? ¿Los Abdo-luguistas devolverán el dinero perdido al Estado, qué proyectos están creando para amortiguar el perjuicio generado?, de seguro que nada.
Varios de estos políticos que están de romance con el Gobierno no saben lo que es trabajar o al menos no se ven antecedentes laborales en sus legajos. Para más amenazan a los que producen.
Los industriales lácteos no están pudiendo procesar con fluidez al menos 2 millones de litros de leche por día, en víspera de fin de semana desde la Asociación de Propietarios de Estaciones de Servicios y Afines (Apesa) confirmaron el cierre de varias estaciones de servicio a causa del desabastecimiento por inconvenientes en el tránsito.
La industria cervecera también alertó el desabastecimiento por varios camiones varados en ruta, según se había mencionado en estos días desde Cervepar. Los productores avícolas están pidiendo socorro, porque se les cae la industria y además sus aves comienzan a padecer hambre arriesgando la vida de estos animales. Todo el sector productivo está en riesgo de paro por la medida y las amenazas que provienen por parte de los manifestantes.
Si bien el ministro del Interior anunció recientemente la intervención en las rutas en caso de impedimentos en el tránsito, la actitud del Gobierno no ha logrado apaciguar las críticas y el temor en la sociedad. La reacción pasiva por parte del Gobierno todavía no brinda garantías en el manejo de la seguridad para la ciudadanía y el sector productivo en general, que en este momento están siendo vulnerados en sus derechos de circular y trabajar libremente.
Indiscutible es el daño que los políticos instigadores están generando al país, sin responsabilidad alguna, una situación injusta para el sector productivo que sostiene la economía de la que todos dependemos. Tanto perjuicio con maniobras políticas no puede pasar desapercibido.
Que los instigadores y vividores de la política de desestabilización asuman las consecuencias y paguen las facturas como los impuestos con los que no podrá cumplir el sector productivo que no pudo trabajar en estos días por no poder movilizarse, surtirse y comercializar.