En los últimos días el nivel de contagios de coronavirus llegó a sus puntos más altos en nuestro país y puso en zozobra a todo el sistema médico nacional. No hay lugar en los centros hospitalarios para los nuevos enfermos que necesi­tan tratamientos especializados debido a la cantidad elevada de pacientes que van llegando. Muchos se deben conten­tar con ser atendidos en los pasillos o esperar en sus casas con algún balón de oxígeno alquilado hasta que en los hos­pitales haya lugar disponible. El enorme número de casos ha roto todos los esquemas previstos y no se tienen res­puestas para los nuevos requerimientos por haberse rebasado las posibilidades de un sistema de salud precario como el paraguayo.

Mientras tanto el Gobierno ha dis­puesto medidas especiales para restrin­gir el movimiento de personas en cierto horario que, curiosamente, no regirán de manera inmediata sino solo a partir del jueves 18 de marzo en 24 localidades del país consideradas en zona roja. Una extraña decisión que no se compadece con la premura de atajar el avance de la enfermedad.

El mes que va del 14 de febrero al 14 de marzo ha sido el tiempo con mayor cre­cimiento del número de contagios en nuestro país. En esos 28 días se contabili­zaron 35.972 nuevos casos, lo que dio un promedio de 1.285 nuevos enfermos por jornada. Es también el tiempo con más días críticos por la cantidad de enfermos que abarrotaron los centros médicos y en que se produjeron los números récord de pacientes en las salas de cuidados inten­sivos. Hasta entonces nunca se había vivido una emergencia sanitaria de tal envergadura.

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La jornada con mayor cantidad de casos registrados hasta el 14 de marzo fue el martes 9 de marzo cuando se contabiliza­ron 2.125 nuevos contagiados, un número que duplica la cantidad diaria anotada en meses anteriores. El segundo día con mayor número de contagios fue el 10 de marzo, con 2.028 nuevos casos, al que le sigue el 8 de marzo, con 1.817 nuevos enfermos. En ese mes de 28 días se produ­jeron 540 decesos, lo que hace un prome­dio de 19,2 fallecidos por jornada.

Los números de la semana anterior son tan elevados que constituyen la peor vivida hasta ahora desde el inicio de la cri­sis, según el director de la XI Región Sani­taria, Roque Silva. Las cifras son muy elo­cuentes en la materia. Desde el 6 al 13 de marzo se produjeron 12.103 casos, lo que arroja un promedio de 1.729 contagios por jornada, muy superior a la media del mes que es de 1.285 casos por día.

Otro dato significativo de la crisis es que la cantidad de pacientes internados en los centros médicos que en febrero no superaban los 970, está ahora por encima del millar. El 1 de marzo los internados ascendieron a 1.032 y desde entonces ha ido en alza hasta llegar al pico de 1.387 pacientes el 14 de marzo. Y, como es obvio, crecen también los enfermos en terapia intensiva, que el domingo último llegaron a su número más alto, con 349 alojados en cuidados intensivos.

Teniendo en cuenta este panorama alar­mante, más que nunca es necesario el cui­dado de la gente. Pues la gran cantidad de contagiados es la consecuencia de las aglo­meraciones de personas y la falta de cuida­dos estrictos en la conducta de gran por­centaje de individuos. Las autoridades han dado a conocer algunas nuevas disposicio­nes cuya utilidad está por verse. Restringe la salida de personas en 24 localidades del país que solo podrán circular por las calles en el horario de 5:00 a 20:00, lo que obli­gará a suspender cualquier actividad noc­turna y golpeará a los centros comerciales y restaurantes que estaban atendiendo al público hasta entrada la noche.

El Gobierno debe intensificar su cam­paña educativa para que la ciudada­nía empiece a tomar conciencia sobre la dramática situación actual. La única manera de evitar el contagio de la enfer­medad es logrando que cada individuo se exponga lo menos posible quedándose en su casa y que, si sale, que tome los cuida­dos de rigor. Las restricciones de hora­rio y medidas similares son útiles, pero lo más importante es que cada individuo adquiera la conciencia de cuidarse y cui­dar a los demás.

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