El miércoles 20 asumió como el cuadragésimo sexto presidente de los Estados Unidos el abo­gado de 78 años Joseph Robine­tte Biden Jr, cuya presencia en el sillón de Washington traerá cambios importantes en la política norteamericana con rela­ción a la de su sucesor, Donald Trump. Se estima que en el fondo la postura esta­dounidense no variará mucho en algunos asuntos de las relaciones con los países, por lo que en Paraguay se aguarda seguir manteniendo la buena amistad tradicional y que se vuelva a exportar carne vacuna paraguaya a esa nación, que es uno de los mercados privilegiados del mundo.

En su primer mensaje, el nuevo mandata­rio llamó a tomar el camino de la unidad de todos en el momento de crisis y desafíos que se vive. Resaltó que su presencia al frente del gobierno no es el triunfo de un candidato, sino la victoria de la causa de la democracia, ya que se ha escuchado la voluntad del pue­blo. Por lo que calificó al día como la jornada de la historia y de la esperanza. Sus palabras de conciliación sonaron de manera especial luego del lamentable suceso del asalto de las hordas violentas al Capitolio, lugar sagrado de la tradición democrática estadounidense, ese mismo sitio donde se producía la cere­monia de la asunción presidencial y el jura­mento de Kamala Harris, la primera mujer vicepresidenta. Acaso por eso recordó la importancia de proteger a la nación, defen­der la verdad y derrotar las mentiras, luego de que en las últimas semanas y meses se haya aprendido la dolorosa lección de que hay falsedades que se quisieron imponer.

No es extraño entonces que en sus pri­meros decretos y actos administrativos el nuevo presidente desarticulara algu­nas medidas del gobierno anterior. Firmó el decreto que detiene la construcción del muro fronterizo con México, así como el de la vuelta a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de la que había salido con Trump. Decidió además reintegrar al país a la lucha por el cambio climático retor­nando al Club de París, repudiado por la administración saliente. También firmó un decreto para el uso obligatorio del bar­bijo para protegerse contra el covid-19, que anteriormente se había desechado, ade­más de otro que salvaguarda el programa de los 650.000 indocumentados “soñado­res” protegiéndolos de la deportación. El veto migratorio contra viajeros de 11 países musulmanes también fue anulado.

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Aunque la presencia de Biden en la Casa Blanca marcará algunas diferencias con el gobierno anterior, se aguarda que el trato con los países transcurra con normalidad, salvo en temas muy específicos.

Eso afirmó el canciller nacional, Fede­rico González, quien anunció que una de las novedades que podrían darse en breve es que se vuelva a exportar carne vacuna paraguaya al mercado norteamericano. El retorno del producto bovino a Estados Unidos sería solo cuestión de tiempo. Un directivo de la Cámara de Comercio Para­guayo-Americana recordó que el anterior embajador norteamericano, Lee McClenny, había realizado numerosos contactos con empresarios de su país que desean comer­ciar con Paraguay. A raíz de esas conversa­ciones se avanzó en los trámites de la expor­tación de carne, que se estancaron durante el inicio de la pandemia y que ahora conti­núan. Actualmente se aguarda la venida de los hombres de empresa estadounidenses, quienes están interesados en intensificar el comercio con nuestro país, según el vocero de la mencionada cámara.

Los exponentes empresariales esti­man que con la asunción de Joe Biden no habrá mayores novedades en la política comercial externa de EEUU, por lo que se aguarda continuar las tareas de intercam­bio como hasta ahora.

El Gobierno paraguayo tiene que buscar consolidar la conexión de buenas relacio­nes, articulando los programas de coope­ración ya existentes, a los que debe agre­gar otros para intensificar el intercambio científico, cultural, político y social. No se puede quedar estancado en lo realizado hasta hoy habiendo oportunidades no bien aprovechadas con ese gran país.

La llegada de un nuevo gobierno a la Casa Blanca constituye una oportunidad para que el Paraguay consolide sus lazos con miras a un mayor intercambio en todos los niveles. No solo debe venderle más a EEUU, sino aprovechar mejor el vínculo existente para crecer en todo lo que pueda obtener de la primera potencia mundial.

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