El Gobierno sostiene a Rodolfo Friedman pese a la combinación de factores que hacen evidente que no es apto para la función que ejerce: no ha logrado avanzar apenas de sus estudios secundarios, ocupando una cartera eminentemente técnica en la cual se juegan fenómenos de vanguardia en materia de innovación en el mundo entero; pero eso no es lo peor, lo peor es que no ha demostrado talento alguno para ejercer cargos públicos a juzgar por las acusaciones múltiples que existen en todo su derrotero como autoridad tanto en la Gobernación del departamento del Guairá como en la tarea de ministro de Agricultura.
El mensaje letal que transmite el Sr. Abdo Benítez al sostener a un funcionario con fama de inepto es que en su gobierno no se privilegia la calidad, sino sencillamente basta con formar parte de un entorno de amistad personal o política y estar ligado a quien sabe qué tipo de cuestiones que en nada tienen que ver con la expectativa de una buena gestión pública. Los ciudadanos y fundamentalmente los votantes de una Nación quieren ver en los gobiernos el reflejo de sus mejores aspiraciones, siendo los liderazgos sectoriales fundamentales para transmitir que tal aspiración está siendo atendida por las autoridades.
En el caso del Ministerio de Agricultura y Ganadería la cuestión es aún más grave en tanto no solo se trata de la oficina estatal rectora de las políticas públicas en el ámbito de mayor impacto en nuestra economía sino también –liderar esta área– tiene la grave misión de transmitir a los productores, tanto agrícolas como pecuarios, las seguridades de una correspondencia adecuada por parte del sector público a la alta capacidad que han demostrado tanto la agricultura como la ganadería de avanzar sobre procesos de alto impacto en la estructura de nuestras finanzas públicas.
El Sr. Friedmann, como ministro de Agricultura, es una derrota para el sentido de un país que apuesta –o dice apostar– a la excelencia en sus planes de futuro. Generaciones de jóvenes técnicos se han capacitado en prestigiosas universidades del mundo en la cuestión agropecuaria, es más, inversiones importantes se han dado a nivel nacional en la configuración de desafíos académicos cada vez más específicos destinados a formar técnicos preparados para el futuro. En contrapartida, el Gobierno emite un mensaje penoso: su representante ante este sector no solo tiene fama de mediocridad, sino ha hecho lo imposible por demostrarlo.
Cuál es el mensaje que se transmite a centenares de jóvenes paraguayos que hoy se capacitan en el mundo mediante emprendimientos como las becas Becal? Lamentablemente parece ser un mensaje nítido: en materia pública no escogemos capaces, sino amigos.
Se menciona en los últimos días la posibilidad que el Ministerio Público se anime a ocuparse de las denuncias formuladas contra Friedmann en relación a diferentes episodios. Si el Gobierno aguarda esa medida para separarlo no hará otra cosa que demostrar y ratificar lo mal que eligió para una cartera tan fundamental.