En las últimas horas una serie de informaciones nacionales e internacionales ponen el acento en los cuidados que deben tener los países, especialmente aquellos con economías emergentes, como el nuestro. Porque los efectos colaterales de la pandemia del covid-19 en la economía pueden llegar a volverse duraderos, es decir, si los gobiernos aplican medidas incorrectas la retracción económica se puede mantener en el largo plazo. Por ello preocupa que aún no tengamos una hoja de ruta convincente para enfrentar la recuperación económica, y lo más resaltante de dicho plan es un nuevo endeudamiento, con todos los agravantes que advierten los analistas económicos nacionales y las calificadoras internacionales de riesgo.
Paraguay al igual que otros países tomó medidas para paliar la crisis, como nuevos endeudamientos, mayores gastos sociales y aún no realizó reformas en el Estado que ayuden a alivianar la carga, especialmente los gastos fijos. Además, está sintiendo los efectos de la desaceleración económica. Estos indicadores, entre otros, no pasan desapercibidos en los análisis de los especialistas. Por ello advierten de un panorama difícil hasta fin de año, con la posibilidad que se extienda un par de años más, en el mejor de los casos, y en el peor se volverían permanentes dichos efectos. Esto a su vez afectaría la imagen ante los acreedores, especialmente con los tenedores de bonos soberanos, lo que puede llevarnos a una situación de quiebre.
La próxima semana, finalmente, el Gobierno presentará al Congreso Nacional el proyecto de ley para un nuevo crédito por US$ 350 millones, estos recursos, según los miembros del Equipo Económico Nacional, serían necesarios para el plan de reactivación económica, con lo cual el nivel de la deuda pública llegará al tope del 35% del Producto Interno Bruto, a partir de ahí estaremos caminando por el filo de la navaja, con un futuro hipotecado por varios años.
A esos anuncios se suma el de la consultora MF Economía que actualizó las proyecciones de crecimiento para el 2020. Proyecta una mayor retracción económica, pues estima que el Producto Interno Bruto se contraiga 3,3%, desde la caída antes esperada del 1,5%. “El impacto de la pandemia nos lleva a corregir las estimaciones hacia un escenario más desfavorable con una retracción en el crecimiento de -3,3%. La caída está fundamentada en una mayor contracción en el sector de comercio y servicios”, menciona el análisis. Agrega que para el 2021 y bajo el supuesto de que los picos de contagios del coronavirus no superarían el invierno, esperan una recuperación económica del 6%. Los efectos de la pandemia y del aislamiento social afectaron a la mayoría de los sectores y modificaron las expectativas de las personas que prefieren los gastos básicos, al ahorro sobre el consumo. Si se mantiene las expectativas de los consumidores más allá del invierno por causa del aumento o continuidad de los contagios se profundizaría la actual coyuntura económica.
A su vez, la calificadora internacional de riesgo Standard & Poor’s en su último informe de revisión de las notas de los países, en el marco de la pandemia del covid-19, informó en las últimas horas que revisó la nota soberana de 90 países, de un total de 135 naciones que suele evaluar, y recortó la calificación a 27 de ellas, todas economías emergentes, el análisis se focalizó en marzo y mayo. Advirtieron que “la mayoría de los países que calificaron afrontarán contracciones económicas, ampliación de déficits fiscales y aumentos en los saldos de deuda gubernamental”, indicadores que pesaron en el cambio de nota.
La imagen de Paraguay está en la mira de los analistas económicos nacionales e internacionales, ellos vienen advirtiendo de la importancia de realizar la reforma en el Estado, como mejorar el gasto público; no llevar al límite los niveles de la deuda externa; apuntalar el crédito, especialmente para aquellos sectores que generan mayor dinamismo en la economía, como las mipymes.
Se espera de los parlamentarios que apoyen con sentido crítico todas las iniciativas que faciliten en el corto y mediano plazos la economía nacional, que lo hagan despojados de todo afán electoral. Asimismo, los técnicos del Gobierno deben plantear proyectos sin intereses egoístas, para uno y otros, este es el momento de demostrar que trabajan honrando los cargos que el pueblo les concedió para representarlo, porque un error de cálculo y los efectos económicos del covid-19 serán permanentes para todos.