Los medios de comunicación en general, y este grupo de medios en particular, se encuentran realizando una intensa tarea de apoyo al Gobierno en la lucha contra la pandemia. Horas de información útil para los ciudadanos, kilómetros de papel destinados a educar, alentar y señales de radio y televisión prontas para poner el hombro para constituirse en trinchera contra el avance del coronavirus.
El Gobierno, por su parte, se encuentra realizando una esforzada tarea en los ámbitos de salud, seguridad, que le permita al Paraguay sobrevivir a estos tiempos difíciles con el menor deterioro posible. Con aciertos y errores, pero con indudable intensidad y voluntad.
De la misma manera es misión de las autoridades controlar el buen uso de los recursos del Estado con enorme cuidado y con absoluta honestidad porque la ciudadanía no tolerará el registro de irregularidades o hechos de corrupción en un marco tan delicado y conmovedor como es la angustia de los pobladores por mantenerse a resguardo de esta crisis sanitaria.
En los últimos días se han poblado las redes sociales de cuestionamientos que deben ser atendidos por las autoridades, por sobre todo, para preservar el clima de respaldo que tienen en los frentes de salud y seguridad, esenciales de sostener indemnes de cualquier detrimento hasta el final.
Es deber de la Presidencia de la República ordenar que los organismos de control ejerzan un severo control, inflexible, del uso de los recursos en el marco de esta contingencia, evitando que un centavo de guaraní sea mal utilizado en esta coyuntura de incertidumbre.
De hecho, es de público debate que las arcas del Estado quedarán mal heridas y colgadas de importantes compromisos financieros contraídos; lo cual aumenta y multiplica la obligación de un control estricto, en el que organismos como la Contraloría General de la República tendrán un rol esencial.
El Gobierno debe ser consciente de la confianza que se ha ganado con varias decisiones; esa confianza se debe honrar en todos los frentes porque lo mejor que nos puede suceder a gobernantes y ciudadanos al final de esta crisis es que nos levantemos con buenas razones para aplaudirnos todos por la buena gestión ejercida.
Si bien pueden ser molestas porque pueden faltar al rigor en muchos casos, las redes sociales cumplen un rol importante en estas circunstancias al ser, como son, herramientas del ciudadano en tono de la comunicación social. De hecho, en todas las crisis mundiales desde el advenimiento de la web, ellas supieron ejercer el arte de la representación ciudadana y han dado voz a las personas. Este tramo del comentario requiere que las autoridades no subestimen a estas herramientas porque ellas son vitales para la intrincada red de interacciones que se necesita para salir de esta tormenta.
Confiados en el comando del presidente de la República, del ministro de Salud, en las orientaciones de las autoridades de seguridad seguiremos avanzando en esta etapa difícil. La contrapartida que se requiere es que la gestión se esfuerce por ser transparente, que no se escatimen esfuerzos para resguardar una moneda y se mantengan las finanzas lejos de los depredadores.
Y, finalmente, será importante que la focalización de las inversiones sea sumamente adecuada; que ellas se depositen en los puntos cardinales de la problemática en curso, evitando inversiones que atenten contra la racionalización que esta hora requiere.
Juntos tenemos que abrazarnos al final de este proceso con la actitud del deber cumplido, sin excepciones.