El lunes 23 la Comisión Bicameral de Presupuesto (CBP) inició el estudio del proyecto de ley que autoriza los ingresos y gastos estatales para el 2020 con ministerios y organismos del Estado. A pesar de las fuertes promesas de austeridad de los exponentes de entes públicos en los discursos previos, en los dos primeros días de presentaciones realizadas a los legisladores los representantes de entidades estatales ya pidieron más de 180 millones de dólares de aumento sobre lo previsto en el proyecto en análisis. Como es ya costumbre, los directivos de las más diversas instituciones del Estado hacen caso omiso a la recomendación de no aumentar las erogaciones ante las previsiones de escasos ingresos y el negativo panorama económico para el año entrante.
El primer ministerio en exponer su proyecto para el 2020 fue el del Interior, cuyo ministro se quejó de la falta de recursos y pidió el equivalente de 119 millones de dólares más para el ejercicio entrante para dotar de equipamiento y afines a la Policía Nacional, entre otros gastos. El secretario de Estado se olvidó de recordar que su ministerio recibirá 2,92 billones de guaraníes más que este año y que la mayor parte de ese incremento del 4,7% irá para salario de los uniformados. Tendrá la creación de 2.408 nuevos cargos.
El Ministerio de Defensa Nacional no pidió aumento a los congresistas, pero su presupuesto tendrá un incremento de 1,88 billones de guaraníes, un 6,3% por encima de la suma fijada para el 2019. Es otra entidad que tendrá también nuevos empleados y recibirá un alza de 102.000 millones de guaraníes para el ajuste salarial y el crecimiento vegetativo del personal militar.
La más llamativa por su pedido de incremento por encima de lo previsto fue la Corte Suprema de Justicia, cuyo presidente solicitó a los legisladores que se apruebe un aumento de 60 millones de dólares. El dinero se utilizará para un alza salarial del 20% para 11.515 funcionarios, además de bonificaciones y gratificaciones y la creación de 507 nuevos cargos.
Otro organismo que pidió a la Comisión Bicameral de Presupuesto más dinero de lo establecido en el documento en estudio es el Ministerio de la Defensa Pública, que solicitó el equivalente a 8,3 millones de dólares más para financiar bonificaciones en el plan de equiparación salarial.
Aunque se han hecho promesas pomposas de no incrementar el gasto público y de controlar las erogaciones de los organismos del Estado, los ejecutivos de tales entidades insisten en aumentarlas para el 2020 aunque no se tenga cómo pagarlas.
El insaciable afán de despilfarrar los cada vez más pobres recursos públicos se muestra en su máxima expresión en la instancia donde la contención del derroche tendría que ser una norma. Teniendo en cuenta lo que se ha visto hasta ahora en las presentaciones ante la comisión legislativa queda muy claro la extraordinaria falta de conciencia, por no decir caradurez, de los altos funcionarios que tienen la responsabilidad de administrar los recursos que trabajosamente percibe el fisco. Les importa un bledo la pobreza del Estado que ya no tiene recursos para destinar a los acostumbrados despilfarros.
Y todavía falta gran cantidad de empresas y organismos públicos que tienen que pasar a exponer sus necesidades a los congresistas que actuarán del mismo modo, pidiendo más dinero para el año entrante.
A esta altura de las cosas es difícil saber con certeza si el Congreso concederá los aumentos que piden y seguirán exigiendo otras empresas del Estado. Pero la realidad es una sola, no hay dinero para hacerles frente. A menos que se quiera entrar en la aventura de incrementar el déficit para calmar la voracidad imparable del sector público y llevar a los gastos muy por encima de los recursos que se tenga.
A esta altura del año ya se habla de llevar el déficit fiscal al 3% del PIB del 1,5% que han respetado los últimos gobiernos. Y lo más probable es que el Congreso lo autorice.
Pero, aunque sea legal gastar más que ahora, será un gran engaño. Porque no por eso aumentarán los ingresos del Estado, que es el único remedio para curar esta crisis.