Se realizó la primera reunión de la Cámara de Senadores para estudiar la reforma tributaria, el proyecto de ley que tiene el pomposo nombre de “Modernización y simplificación del sistema tributario nacional”. Aparte de los miembros de seis comisiones de la Cámara Alta, participaron también representantes de varios gremios del sector privado, técnicos y altos funcionarios del Ministerio de Hacienda. Si bien todos estuvieron de acuerdo en la necesidad de ajustar las normas para hacer una actualización y readecuación del sistema tributario, quedó claro que ninguna reforma impositiva que tenga como propósito aumentar impuestos para recaudar más y que sea más carga para el país será bienvenida. Porque será perniciosa y no conveniente al ir contra los legítimos intereses del Paraguay, ya que solo va alentar la informalidad y el delito.
Esa fue una de las principales críticas que realizaron voceros empresariales que son los representantes del sector económico que produce, comercializa y lleva adelante la marcha del país con los impuestos que pagan.
Uno de los dirigentes empresarios afirmó a los legisladores que no deben pensar que aumentando los impuestos a ciertos productos, como prevé el proyecto de ley, la recaudación crecerá el doble. Porque un incremento en los niveles impositivos tendrá efectos totalmente contrarios, pues en un país con un fuerte índice de informalidad económica, como el nuestro, donde el contrabando tiene gran fuerza, se les dará una gran ventaja a los artículos que entran ilegalmente y hará más rentables los negocios que operan en la informalidad. En consecuencia, el alza de los impuestos al consumo podría terminar matando los empleos formales y al mismo tiempo la recaudación que se consigue en la actualidad podría caer a la mitad. El alza de las tasas del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), como prevé la ley en estudio, será entonces altamente contraproducente para el país.
Como ejemplo de lo que puede acontecer si se alzan las tasas tributarias, un empresario tabacalero explicó lo que había pasado en países como Colombia y Australia. Indicó que en Colombia, luego de aumentar los impuestos al tabaco, se incrementó el comercio ilegal de 13 a 25%, con caída de las percepciones tributarias, y que en Australia ocurrió otro tanto, pues a raíz de las subas impositivas creció en 21% el mercado ilegal y bajaron fuertemente las recaudaciones.
Se remarcó que en el Paraguay el elevado nivel de informalidad y el contrabando desaconsejan alzar los impuestos. Se dio como ejemplo que, aun existiendo tasas impositivas del 10%, que son bajas, existe gente que evade el impuesto y que elude pagarlo. Por lo que se considera que subir los tributos será un incentivo más para la evasión.
El proyecto de ley que se analiza actualmente en la Cámara de Senadores prevé el incremento del alza de las tasas del Selectivo al Consumo a cigarrillos y tabaco, a bebidas azucaradas y gaseosas, a bebidas alcohólicas varias y a la compra de lavavajillas y lavarropas, así como a la de teléfonos celulares. Los incrementos previstos en el proyecto final son inferiores a los propuestos inicialmente por el Ministerio de Hacienda, pero se estima que igualmente serán perjudiciales debido al contrabando y la informalidad que sacarán más ventaja de las subas impositivas.
En las cámaras legislativas existen opiniones diversas sobre los nuevos niveles tributarios que se proponen. Pero las más peligrosas son las de los que sostienen que los tributos para ciertos productos deben aumentarse mucho más de lo que propone el Ejecutivo y que ya el año pasado en el Senado ensayaron una suba que finalmente no corrió.
Por eso es muy saludable que hayan escuchado la opinión de los empresarios que son los que están a la hora de producir y pagar impuestos, pues han pintado la cara de la realidad que muchos políticos no conocen y que a la hora de hacer las leyes no se puede desconocer.
Definitivamente, el alza de los tributos que prevé el proyecto de reforma impositiva no le conviene al Paraguay porque solo favorecerá a los delincuentes que hacen contrabando y comercializan sus productos en la informalidad. Por lo tanto, por el más elemental sentido de patriotismo no se puede permitir una afrenta de esa magnitud al país.