• Por Toni Roberto
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Este domingo, Toni Roberto nos hace conocer el trabajo de los exalumnos del San José a partir de una charla con José Antonio Lima y Carlos Miguel Alfaro.

Se abría el ascensor de un conocido shopping. Ahí me encuentro con Carlos Miguel Alfaro y su señora. Al instante me dice: “Te escuchamos todas las noches”. A partir de ese momento charlamos, hablamos al instante de los lunes de los exas del San José, hablamos en varias ocasiones para difundir este proyecto y que sirva de ejemplo para replicar en otras instituciones públicas y privadas.

Empieza la charla con Alfaro y José Antonio Lima sobre estos ya legendarios lunes y es imposible sin ubicarnos geográficamente donde ocurren estos encuentros desde hace ya 27 años. La arquitectura se encuentra en parte de lo que fuera una gran quinta de la familia Palmerola; los sacerdotes betharramitas compraron una gran porción de la quinta allá por 1965, la otra gran parcela de tierra se convirtió en una urbanización que tomó naturalmente el nombre de una marca de gaseosas que estaba sobre la avenida España y Padre Marcelino Noutz (ex Murillo).

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Lima –miembro de una conocida familia sanjosiana, desde su hermano mayor, el ingeniero Luis Alberto Lima, hasta el menor de los hermanos– fue el fundador con otros siete excompañeros de lo que hoy se convirtió en un tradicional encuentro de generaciones todos los lunes.

UNA IDEA DE WALTER BIEDERMANN

Nos cuenta Alfaro: “Fue realmente Walter Biedermann el que en 1997 propuso la idea de que cocine una promoción por lunes. Al principio empezó la recolección de insumos, hasta de ollas donadas. La ayuda se dio por parte de muchas promociones, en especial la de las antiguas promociones como la 58 o 59, a los que les llamaron los “cabellos de plata”. Muchos de ellos se siguen yendo y es impresionante ver el encuentro intergeneracional, es realmente enriquecedor”.

En la charla las anécdotas van y vienen. Tanto Lima como Alfaro creen que el éxito se debe a la persistencia. En un momento, Lima dice: “Si no fuera por la fuerza que imprime Carlos Miguel Alfaro, sería imposible seguir y eso es la clave del éxito, nunca en estas casi tres décadas se discontinuó”. En ese momento Alfaro hace un alto y recuerda a Pepe Fracchia, quien junto a él y otros luchó para que esto se vuelva una tradición.

De estas tradicionales cenas de los lunes, justo cuando cumplieron 25 años de vigencia, nacieron varios grupos de solidaridad como “Remangate por la vida”, una campaña de donación de sangre, a la que se sumaron luego varias empresas que promueven la donación entre sus funcionarios. Además, están las cajas de ayuda para los compañeros que se encuentren en un momento de necesidad.

DOS OBJETIVOS

Desde el principio tenían dos objetivos, juntar a los exalumnos, por un lado, y, por otro, formar unos ciclos culturales, teniendo en cuenta la diversidad de personas que aportan en diferentes campos, en la ingeniería, en la arquitectura, en la medicina, para aportar conocimientos científicos, además de la confraternidad. “Esto último, lo de las charlas, es una materia pendiente”, afirma Lima.

En un momento dado nos envía un mensaje Jorge Arturo Aponte, quien dice: “Yo, como Alfaro, no hicimos todo el colegio en el San José, pero como decía el padre Alonso de las Heras al ser consultado sobre quiénes son exalumnos sanjosianos: “Todo aquel que haya pasado por la avenida de las palmeras y estuviese una hora de clases es considerado un sanjosiano”. Eduardo Galeano Jacks también aporta detalles inolvidables, así como el exalumno Melvin Roldán.

EL LIBRITO DEL DR. PECCI MANZONI

En un momento dado, Carlos Miguel Alfaro exhibe un pequeño libro que lleva como título “Los lunes del San José”, de autoría del Dr. Pecci Manzoni, en el que recuerda a muchos de los asiduos parroquianos que después de casi 30 años hoy ya no están. Al ver esto recordé otros pequeños libritos, que aunque muchos no lo crean son grandes contenedores de anécdotas o minúsculas historias que nos hablan de la intrahistoria, aquellas que en sus vericuetos traen la verdad y nos pasean por grandes momentos que aquellas historias de guerras y revoluciones omiten.

Este viaje por los recuerdos de “Los lunes de los exas” llegó a su fin, se baja la tradicional cortina celeste y los recuerdos quedan, desde las antiguas promociones hasta las más nuevas, donde las niñas ya ocupan un importante lugar.

Eso me llevó a recordar mi último encuentro con Estela Careaga, mi profesora de primer grado del Cristo Rey, que me decía: “Cuando iban a entrar las nenas al colegio, yo me opuse tenazmente. Quién creyera, hoy ellas, esas primeras niñas del colegio, cada vez que vengo de visita al Paraguay, me hacen un agasajo en sus casas. La vida da vueltas”. Así también, aquellas primeras chicas del San José hoy tomaron un papel protagónico en los encuentros de “Los lunes de los exas”, ahí en el barrio de la marca de gaseosa. Ojalá esta pequeña gran historia sirva para que otros grupos de excompañeros de colegio se reencuentren y podamos decir lo contrario a una de las últimas palabras de José Antonio Lima: “Hoy se perdió la vereda”. Nuestras calles, nuestras plazas, nuestras veredas son nuestros lugares comunes, ganémoslos de nuevo. “Los lunes de los exas” es un buen ejemplo.

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