Rossana Escobar M, rossana.escobar@nacionmedia.com
Es el Ministerio de Tecnologías de la Información y la Comunicación, pero el Mitic no provee la rendición de cuentas de la Agenda Digital, cuestionado megaproyecto llevado adelante con un préstamo de USD 130 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), convenios y gastos de emprendimientos tecnológicos que beneficiaron y giran en torno al clan Núñez-Defelippe, entre los que figuran sus amigos oenegeístas. Desde el Departamento de Acceso a la Información Pública alegan que siguen procesando los datos en las áreas correspondientes, pese a que feneció el plazo establecido por la ley.
El Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (Mitic) dilata la provisión de la rendición de cuentas de la Agenda Digital, uno de sus proyectos más emblemáticos y costosos que se había aprobado para impulsar la revolución digital en el Paraguay mediante un préstamo de USD 130 millones. Más que una larga lista de millonarias licitaciones publicadas de manera muy general en el portal institucional, casi nada se sabe de los alcances de los gastos ejecutados y los avances obtenidos a través de las astronómicas compras y contrataciones.
A través del Departamento de Acceso a la Información Pública alegaron que no están proveyendo los datos solicitados porque siguen recabando de las áreas pertinentes.
El Mitic maneja varios megapresupuestos de proyectos tecnológicos que en los inicios de este gobierno se habían promocionado con grandes promesas; sin embargo, la institución se caracterizó por su incapacidad siendo la gran aplazada en soluciones para la virtualidad de la educación en tiempos de pandemia, deficiencia que llegó al punto de fracasar en la gestión de comunicación de los protocolos sanitarios.
Tras los escándalos en torno a los proyectos públicos que sacudió al matrimonio Soledad Núñez y Bruno Defelippe, conocidos como el clan Núñez-Defelippe, fracasados candidatos por la Concertación Nacional, nuestro medio solicitó al Mitic el “listado de todos los programas de emprendimientos tecnológicos con sus respectivas rendiciones de gastos, incluyendo presupuesto ejecutado, copias de facturas de gastos realizados, miembros del jurado y profesionales involucrados en el desarrollo de los emprendimientos, especificando pagos que percibieron en el caso de que así fueran”. Esta información no fue proveída por el Mitic, pese a que ya feneció el plazo legal establecido en la ley de transparencia y desde nuestro diario presentamos un recurso de reconsideración para que cumplan con la normativa.
“Atendiendo al volumen de documentación requerida, su solicitud sigue siendo procesada por las áreas pertinentes, y una vez recabada toda la información, la misma será disponibilizada en la brevedad posible”, alegaron en el portal de Acceso a la Información Pública y hasta ahora no han remitido los informes como copia de los documentos solicitados.
Cabe recordar que en lo concerniente a estas informaciones y rendiciones de cuentas requeridas, nuestro diario había detectado la articulación de grandes proyectos de base tecnológica por parte de la empresa Koga, de Bruno Defelippe. Estos emprendimientos se difundían con pomposas promociones, premios en capital semilla que solo en estas regalías movió unos USD 344 mil. No se sabe de las rendiciones de gastos, los contratos de asesoramiento o “mentoría” como lo habían publicitado en su momento, servicios que no pasan por la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP).
Varios de los premios regalados por el Mitic fueron a los bolsillos de amigos del clan, que formaban parte de una red de ONG que movió millonarios montos detrás de proyectos públicos.
Tal como trascendió en su momento, la empresa, como una docena de oenegés satélite de Koga, se financian mediante proyectos que involucran al Estado a través de organismos internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otros, mecanismo de blanqueo para las facturaciones. El privilegio llegó al punto de que varios oenegeístas de la rosca se ubicaron en puestos clave del Mitic. Por ello, también solicitamos la “copia de los convenios entre el BID u otros organismos multilaterales y la empresa Koga, junto con la ONG Sistema B en los que se tenga como beneficiario al Mitic”, información que tampoco está siendo remitida desde el mencionado ministerio.
En el pedido de informe también se incluye la “rendición de cuentas por cada componente de la Agenda Digital, presupuesto ejecutado, nombre completo y número de cédula de personas contratadas en el marco del programa, especificando funciones y áreas de servicios correspondientes. Licitaciones y/o compras realizadas en el marco de la Agenda Digital sean de manera directa o a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Copia de contratos de cada adjudicación, estado de ejecución y montos desembolsados”, datos muy importantes considerando los escándalos que habían desatado trascendidos de algunos amigos incorporados con sueldazos en el marco del programa.
Además de las “copias de convenios del Mitic con organismos multilaterales, privados, entidades binacionales como Itaipú y Yacyretá. Ejecución y rendición de cuentas de los mismos”, que tampoco fueron proveídos por la administración actual del Mitic.