Por Arturo Peña, arturo.pena@gruponacion.com.py - Fotos Archivo de Tony Sapienza / Gentileza / Redes sociales.
El 18 de octubre de 1914 nacía en un pequeño pueblo de Caazapá una mujer que haría historia en nuestro cielo: Berta Servián, quien en 1939 se convirtió en la primera piloto paraguaya de aviones. Este acontecimiento marcó el inicio de la importante presencia femenina en el campo de la aeronáutica. Con los valiosos aportes del historiador Antonio Sapienza y mediante otros registros construimos aquí un breve repaso de esta rica historia, que hoy se sigue escribiendo día a día.
El pasado 18 de octubre se recordó una efeméride muy importante para la historia de la aviación de nuestro país. En una fecha similar, pero del año 1914, nacía en Isla Sakã, una pequeña localidad del departamento de Caazapá, una mujer que marcaría un hito en los cielos del Paraguay: Berta Servián, la primera piloto de aviones.
En la actualidad la presencia femenina en el mundo de la aviación ha avanzado mucho no solo en cuanto a pilotos militares y civiles, sino también en otros campos como la mecánica, la navegación, la instrucción y recientemente, también en la ingeniería aeronáutica. Con los siempre valiosos aportes del historiador aeronáutico Lic. Antonio “Tony” Sapienza, además de otros registros históricos y noticiosos construimos en este material un repaso de la historia de algunas mujeres paraguayas que conquistaron y siguen dominando los cielos del país y del mundo.
Cuenta Sapienza en una reseña que cuando Berta Servián era una niña, una aeronave aterrizó en el pueblo donde vivía en ese entonces. Ese instante de fascinación al ver a aquel pájaro de hierro posarse en tierra frente a sus ojos la marcó definitivamente. Su hermano mayor (tuvo 10 hermanos), Víctor Servián, se había hecho piloto militar, lo que también fue otro hecho determinante en la decisión de Berta de convertirse en aviadora, en una época en que la mujer tenía aun cerradas las puertas incluso a los oficios más tradicionales. A la edad de 10 años se mudó con sus padres a Asunción, donde continuó estudiando. De joven hizo el curso de entrenamiento de vuelo en el Aeroclub del Paraguay, en 1938, y recibió el brevet de piloto aviador civil en octubre de 1939. “Tenía el Nº 13, de manera que ella no solamente fue la primera mujer en brevetarse como piloto sino también estaba entre las primeras quince personas que habían realizado el curso de pilotaje civil”, señala el historiador.
Afirma Sapienza que Berta tenía dotes muy especiales y enseguida trabajó para el Servicio Expreso del Aeroclub del Paraguay, llevando pasajeros y correo a diversos puntos del interior del país en aeronaves Caudron C-510 Pelican y Caudron C-272 Luciole. “Llegó a recibir entrenamiento de acrobacia aérea en la Aviación Militar, pero a mediados de los años 40 debió emigrar a Buenos Aires, Argentina, buscando mejores horizontes. Abandonó mucho tiempo la actividad de vuelo, pero cuando retornó al Paraguay en los años 70, empezó a realizar vuelos de adaptación en los Cessna 150 de la Escuela Nacional de Aeronáutica Civil y volvió a revalidar su licencia de piloto civil. Acumuló un total de 892 horas de vuelo. Berta Servián viuda de Flores falleció en Asunción el 21 de mayo de 1996, a los 81 años de edad”, refiere el historiador.
En 1997, en su homenaje, la promoción de pilotos aviadores civiles del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) llevó su nombre. En 1999, por Resolución N° 95/99 del Consejo Directivo de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), se denominó Aeropuerto P.A.C. Berta Servián al aeródromo de la ciudad de Caazapá, aunque lamentablemente en el 2012 el nombre de dicho aeropuerto fue cambiado por el de Presidente Schaerer”, agrega Sapienza.
Una publicación de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil da cuenta de que en setiembre del 2017, un avión del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil C172 fue bautizado con el nombre de “Berta Servián”, en honor a la heroína paraguaya.
OTRAS PIONERAS
El coraje de Berta abrió la pista a otras mujeres en el campo de la aviación civil. Sapienza recuerda a otras pioneras: Teodora Meilicke (Licencia Nº 63), en 1950; Blanca Formigh (Licencia Nº 199), en 1958; Mirtha Degli Uberti (Licencia Nº 215), en 1959; Emiliana Yegros Ortega (Licencia Nº 218), en 1959. Ya en la década de los 60: Sofía Foster (Licencia Nº 239), en 1960; Mónica Silvestri (Licencia Nº 275), en 1962; María Pico (Licencia Nº 280), en 1962; María Teresa Lohman (Licencia Nº 308), en 1963; María Teresa Fragnaud (Licencia Nº 327), en 1964, sólo por mencionar algunas.
Protagonistas importantes también en la historia de la aviación femenina, en la década del 50 aparecen las primeras azafatas. Específicamente desde 1957 –acota Sapienza– se empezó oficialmente a incluir azafatas en los vuelos del Transporte Aéreo Militar (TAM). Librada Ramírez tiene un destaque en este sentido, ya que se convirtió no solamente en la primera azafata de TAM, sino la pionera del país en este campo. Ese año, también fueron contratadas: Delia González, Concepción Agüero, Ofelia Rivas, Ramona Rodríguez, Zoraida Zárate, María de Jesús Insaurralde y Hermelinda Echagüe. “De hecho, tanto Librada Ramírez como Delia González habían estado volando en calidad de asistentes de vuelo ya desde 1954″, agrega el historiador. En cuanto a las primeras azafatas de una empresa aérea paraguaya internacional, Edith Marton, Olga Aquino, Cecilia Báez, Gladys Velázquez, María Selva Screiber, María Eugenia Toja y Mercedes Buggia, fueron las pioneras en 1957, en Servicios Aéreos del Paraguay SA. En 1961, las primeras azafatas del Lloyd Aéreo Paraguayo SA fueron Celia Hickethier, Perla Berni, y Gerda Heitzig. En cuanto a Líneas Aéreas Paraguayas (LAP), las primeras azafatas fueron Felicitas Mattosh, Nélida Vergara y Zaida Fernández.
Otro suceso de relevancia tiene como protagonista a Emily Yegros Ortega, la primera mujer paraguaya en convertirse en paracaidista deportiva. Ella realizó cursos de paracaidismo en San Pablo, Brasil, en 1957, y de pilotaje civil en Curitiba, en 1958.
Como mencionamos, la presencia femenina en la aeronáutica no se empezó a sentir solamente en el campo del pilotaje de las naves, sino también en las diversas áreas que comprende el fascinante mundo de la aviación. En 1963, por ejemplo, la suboficial MAM Wenceslaa Rodríguez Fleitas, del Comando de Aeronáutica, fue la profesional femenina pionera en ingresar como mecánica de aviación. Realizó cursos de perfeccionamiento en Brasil y fue comisionada a prestar servicios en Líneas Aéreas Paraguayas (LAP) para el mantenimiento de los Convair CV-240 y Lockheed L-188C Electra. En una época posterior, Edith Salcedo fue la primera mecánica civil de aviación incorporada a LAP a principios de los 90. Luego del cese de operaciones de la empresa, emigró a Estados Unidos donde trabajó para United Airlines, según los datos proveídos por el historiador.
Por otra parte, María Luisa Llerena de Zorrilla y Susana Méndez Leiva fueron las dos primeras en recibir el título de Técnico en Tránsito Aéreo, en 1978, egresadas del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC), convirtiéndose en las dos primeras controladoras de tránsito aéreo del Paraguay, trabajando en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, tanto en torre de control, aproximación y radar, según apunta Sapienza.
TRIPULACIÓN FEMENINA
El nombre de Letizia Liliana Ruiz Fonseca ocupa un lugar muy destacado en la historia más reciente de la aviación femenina. Ella ingresó como azafata en Líneas Aéreas Paraguayas en 1995 y luego pasó a TAM Mercosur. Apasionada por la aviación, hizo un curso de vuelo y recibió su brevet de piloto civil en 1997 (Licencia Nº 1.362). Letizia se desempeñó primero como copiloto de los Cessna Caravan de Aerolíneas Paraguayas (ARPA) y luego de acumular las suficientes horas de vuelo pasó a ser comandante. De ahí pasó a los Fokker 100 de TAM-Mercosur y finalmente a los Airbus A 320 de TAM Airlines, siendo también comandante. Fue la primera mujer que trabajó como piloto en una línea aérea comercial.
En marzo del 2015, Ruiz Fonseca también puso su firma en un momento cumbre de la aviación de nuestro país, ya que encabezó el primer vuelo paraguayo con una tripulación compuesta exclusivamente por mujeres. En aquel vuelo, que cubrió la ruta Asunción-Lima, tuvo como copiloto a la aviadora Karim Arning.
Justamente, Arning Kaddatz fue otra mujer que marcó otro hito importante en esta historia, al ser la primera paraguaya en volar como piloto comercial en nada más y nada menos que Emirates Airlines de Dubai, piloteando un Airbus A 380, que tiene una capacidad de 853 pasajeros. Karim hizo sus primeros vuelos con un Cessna 152 ZP-EAO para luego ir a formarse a los Estados Unidos. En el 2014 ingresó a Latam Airlines Paraguay, para dar después el gran salto de su carrera, en el 2018, cuando entonces con 26 años se mudó a Dubai para recibir entrenamiento de alto nivel junto a pilotos de todo el mundo. La madre de Arning, Ingrid Kaddatz, fue durante muchos años tripulante de cabina y jefa de cabina de Líneas Aéreas Paraguayas (LAP).
También en el 2015, la destacada piloto Ruiz Fonseca recibió un galardón del Senado paraguayo en reconocimiento a su labor, pero dos años después, la vida profesional de Liliana mostraba también un lado doloroso. Publicaciones en los medios recuerdan que luego de 24 años de vuelo, en ese año ella anunció su retiro del mundo de la aviación por los constantes hechos de discriminación, acoso y maltratos, según una denuncia que hizo pública y que tuvo repercusión internacional.
COINCIDENCIA
En cuanto a la aviación militar, Sapienza menciona que “la incursión de la mujer paraguaya en el ámbito militar, concretamente en la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP), se dio recién en el Siglo XXI, en diversas especialidades aeronáuticas, como pilotaje, mantenimiento, logística, infantería, paracaidistas, entre otras áreas. La primera oficial en recibir el brevet de piloto aviador militar fue la teniente PAM Yennifer Pedrozo Sanabria, quien con 29 años también se convertiría en la primera mujer piloto de cazas de combate en el Grupo Aerotáctico (GAT) de la Fuerza Aérea Paraguaya. En el caso de Pedrozo ocurrió un hecho llamativo, ya que la culminación de su curso de piloto de caza se dio un 18 de octubre –fecha de nacimiento de Berta Servián– del 2012. En el 2008, la mejor egresada de la Academia Militar (Academil) fue también una mujer, la subteniente de Aviación Arriane Ávalos Krauspenhar.
La primera instructora militar de vuelo en el Grupo Aéreo de Instrucción (GAI) de la Fuerza Aérea Paraguaya fue la teniente PAM Teodora Garay, en el 2013. Garay ingresó en el 2006 a la Academia Militar Mcal. Francisco Solano López y tras su egreso, en el 2009, fue trasladada a la base aérea de Concepción para un curso de Piloto Aviador Militar. Obtuvo el título con 105 horas de vuelo y luego se recibió de instructora con un total de 300 horas de práctica. En el ámbito de la aviación civil, la primera instructora de vuelo fue Belinda Sartori. La piloto vuela actualmente como primer oficial en Airbus A 320 de Latam Airlines.
Pero la aviación no es solo aviones, también los helicópteros conforman la gama de aeronaves existentes. En este sentido, Sapienza anota que la primera oficial femenina piloto de helicópteros militares fue la teniente PAM Lilian Mosqueira, mientras que la vicesargento técnico Lorenza Ojeda fue la primera especialista técnica de la Fuerza Aérea Paraguaya, especializada en armamento y asientos eyectables del Grupo Aerotáctico.
María Isabel Sánchez González se convirtió a su vez en la primera mujer en recibir el brevet de piloto aviador civil de helicópteros (Licencia Nº 32), el 29 de enero del 2003. En el 2000 había recibido su licencia de piloto aviador civil de aeronaves de ala fija (Licencia Nº 1.517). En el campo de la Policía, las tres primeras mujeres oficiales de la Policía Nacional que recibieron su brevet de pilotos de helicópteros fueron Eugenia Garcete, Lidia Duarte y Eliana Ortega, en el 2012. Por su parte, la suboficial de Policía Lizza Robles se convirtió en la primera mecánica de helicópteros de la Policía Nacional.
Recientemente, el campo profesional abrió las puertas a las primeras ingenieras aeronáuticas: Pamela Bóveda Aguirre se convirtió en la primera paraguaya en graduarse como ingeniera aeronáutica al terminar su carrera en Argentina. La primera ingeniera aeronáutica en graduarse en Paraguay fue María Piedad Rivas, este año.
EL LIBRO DE BERTA
Berta Servián, la primera aviadora paraguaya, vivió una vida de película, la cual plasmó en un libro con notas autobiográficas de sus aventuras por los cielos del país. El material fue editado en 1980 y hasta hoy se puede encontrar algún ejemplar eventualmente en las librerías de libros usados. “Nací el 18 de octubre de 1914, entre dos pintorescos y tranquilos pueblos, Yegros y Yuty, en el hogar de don Victorio Servián y Manuela Méndez de Servián. Fuimos 10 hermanos…”, señala al inicio de su apasionante relato.
Una de las anécdotas cuenta el día en que debido a una densa niebla perdió el rumbo de vuelo y ante la falta de combustible se vio obligada a aterrizar en medio de una zona boscosa. Tras el arriesgado aterrizaje se le presentó repentinamente un grupo de indígenas, que no le creyeron primeramente que era una mujer, ya que tenía el uniforma de aviador. Tras ser auxiliada luego por unos campesinos supo que había aterrizado en una zona muy alejada del destino fijado.
AMELIA Y GERALDINE
En la historia de la aviación a nivel mundial hay varias mujeres que marcaron presencia en los cielos. Dos de ellas son Amelia Earhart (1897-1937) y Geraldine Mock (1925-2014).
Earhart se convirtió en una figura estelar en la aviación femenina al ser la primera mujer piloto que cruzó sola el Atlántico, en el año 1932, y además ser la persona en hacerlo más rápido hasta ese año. La intrépida piloto nació en Atchison, Kansas, Estados Unidos, y luego de cobrar fama la prensa la bautizó “Lady Lindy”.
Earhart falleció tratando de cumplir su sueño de ser la primera mujer dar la vuelta al mundo en avión. En 1937, luego de haber cubierto un recorrido de 33.000 mil kilómetros, su nave sucumbió y nunca se supo el lugar exacto del accidente.
El sueño de Earhart sería concretado por Geraldine Mock, más conocida como “Jerrie” Mock, una piloto nacida en Ohio, Estados Unidos, queconsiguió marcar un antes y un después en la aviación femenina al convertirse en la primera mujer en completar la vuelta al mundo a bordo de un avión en solitario. El 17 de abril de 1964, 29 días después de su partida, Mock aterrizó su monomotor en el aeropuerto de Columbus, desde el que había iniciado su viaje.