El Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) delegó en la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) la licitación de unas 209 aulas prefabricadas, con una inversión de unos G. 15.000 millones.
La OEI manejó todo el proceso mientras que los funcionarios con sensibles responsabilidades en el MEC y que cobran jugosos sueldos carecen de conocimiento y documentos de la adjudicación.
Por ejemplo, Alejandro Duarte, director de Administración y Finanzas del MEC, comisionado del Ministerio de Justicia y Trabajo, percibe unos G. 13,5 millones al mes, entre lo que cobra en su ente de origen y en la cartera de Educación.
Duarte, siendo el administrador de la institución, el que debiera ser el más interesado en el manejo de los recursos, dijo no tener a mano el contrato de la adjudicación de las aulas prefabricadas, no sabe de las condiciones de la compra ejecutada vía OEI, por G. 15.000 millones. En el caso de la encargada de la Dirección de Infraestructura, Antonia Raquel Ortellado Bello, también percibe una importante remuneración; cobra casi G. 9 millones al mes.
Por su parte, el jefe de la Unidad Operativa de Contrataciones (UOC) del MEC, Mario Benítez, quien es comisionado del Ministerio de Hacienda, percibe del Estado más de G. 10 millones al mes. Cabe resaltar que este es su salario base. No incluye las bonificaciones que le paga la cartera de Educación, montos que por cierto no están publicados en el portal institucional.
Benítez debería realizar todos los trámites de una compra pública como responsable de la UOC, pero su trabajo quedó en manos de la OEI. Esta le cobra al MEC el 5% por esta tarea. Es decir, de la adjudicación de G. 15.000 millones, el organismo internacional percibirá G. 750 millones por sus “gestiones”.
REACIOS A LA TRANSPARENCIA
Adjudicaron a 4 empresas la construcción de las aulas prefabricadas, pero el contrato está guardado bajo siete llaves. Hablamos con los representantes del MEC, pero sostuvieron que la OEI maneja la licitación, cuyos fondos son provenientes de la Unión Europea.
“Nosotros no elaboramos los proyectos y hay muchas dudas que también me consultan los fiscales de las obras (que son del MEC ) en algunas cuestiones que no están muy claras. La Dirección de Infraestructura nunca implementó este tipo de aulas, no tenemos experiencia”, indicó Raquel Ortellado, encargada de la Dirección de Infraestructura. La misma agregó que no saben si se prevén los mantenimientos de las aulas, para que puedan alcanzar la vida útil máxima de 10 años.
Por su parte, Fátima González, de la OEI, argumentó que desde su entidad no tienen lugar para publicar contrato. Subrayó que ellos pueden dar información sobre a quiénes se les adjudicó, pero no las condiciones del contrato.
AULAS DESECHABLES
El MEC pagará alrededor de G. 72 millones por cada aula prefabricada, que tiene una vida útil corta, si comparamos con las aulas convencionales (ladrillo y teja), que cuestan prácticamente lo mismo e inclusive menos, según los referentes del sector de la construcción.
Los constructores resaltaron que un aula convencional, con las mismas medidas que las aulas prefabricadas, pueden costar incluso unos G. 71 millones. Aunque el precio referencial que se maneja está entre G. 80 millones y G. 90 millones.
Tanto los ceramistas como así también los de la Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco) cuestionaron que la entidad estatal haya optado por este tipo de construcción. Subrayaron que este tipo de acciones golpea fuertemente a la industria nacional.