Dos de los tres terna­dos señalan que con­fían en que el pro­ceso de selección de ministro de la Corte Suprema de Jus­ticia (CSJ) seguirá su curso correcto en el marco de la transparencia, a pesar de que se puedan dar ciertas presio­nes mediáticas respecto a la existencia de cercanía de amistad con uno u otro.

En los últimos días el grupo Zuccolillo quedó al descu­bierto sobre sus lazos de amis­tad con uno de los ternados, Rubén Darío Romero, a través de fotografías divulgadas por parientes cercanos en donde hacían gala de amistad en ciertas actividades sociales. No obstante, Emilio Cama­cho y Alberto Martínez Simón eludieron hablar sobre even­tuales presiones mediáticas.

En ese sentido, el abogado Emilio Camacho manifestó su plena confianza en el procedimiento que continuará por el camino correcto, cuando se retomen las acti­vidades legislativas en marzo, atendiendo que ahora la terna se encuentra en instancias de la Cámara de Senadores. “Obviamente, las decisiones las toman los senadores y no nosotros. Cuando llegue ese momento, tal vez lleguemos a opinar”, comentó.

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Sindulfo Blanco y Rubén Darío Romero.

Asimismo, Camacho se excusó de opinar sobre sus colegas ternados; no obs­tante, destacó que fueron designados porque el Con­sejo de la Magistratura con­sideró que reunían las con­diciones. “Lo que sí debemos hacer los ternados es respon­der a todas las publicaciones que surjan en nuestra con­tra, eso corre a cargo de cada uno. Me puse como norma personal no opinar de nin­guno de los colegas que par­ticipan y que están ternados en esta ocasión. Sí espero que el Senado se pronuncie en la brevedad posible”, afirmó.

POSTURA DE MARTÍNEZ

Mientras que el juez Alberto Martínez Simón, el otro ternado junto con Rubén Romero, dijo que no ve nin­guna presión mediática, como se estuvo rumoreando. “Yo seré absolutamente sin­cero, no veo que haya ningún tipo de presión mediática, es lo que se rumoreó, pero no veo que haya una cam­paña a favor de Rubén Darío Romero. Hasta ahora no veo una publicación que se haga muy evidente, o denostando contra los otros candidatos. De verdad, hasta ahora no he visto nada de eso”, comentó.

El magistrado insistió que en todo lo que hasta ahora ha percibido a través de la prensa en general es que se ha mane­jado con mucha tranquilidad y objetividad. “Hasta ahora todo se ha manejado, ha sido muy objetivo las publicacio­nes. En general todo muy tran­quilo, creo que por el mes de enero todo será así porque están de vacaciones, digo por los senadores. Tal vez en febrero puede que comience a moverse un poco más, pero yo hasta ahora no noto ningún favoritismo, en forma general, de ningún medio a favor o en contra de algunos de nosotros los ternados”, enfatizó.

CERCANÍA DE ROMERO CON ZUCCOLILLO

Lixandra Zarza (izq.), esposa del candidato a la CSJ, Rubén Darío Romero, presume de su cercanía con Natalia Zuccolillo en sus redes.foto: archivo

“La cercanía entre el candidato a la Corte Suprema de Justicia Rubén Darío Romero y el grupo Zuccolillo va cobrando fuerza, y se acen­túan las versiones de que el poderoso conglomerado de medios busca expandir sus influencias en la máxima instancia judicial”, según publicó el diario Hoy el pasado 14 de enero.

“Sin estar entre los mejores puntuados y con un bajo promedio como estudiante de Derecho, Rubén Darío Romero Toledo fue designado por el Consejo de la Magistratura como candidato a la Corte Suprema de Justicia junto con el doctor Emilio Cama­cho y Alberto Martínez Simón para cubrir la vacancia de Sindulfo Blanco”, se puede leer en el artículo.

“El ex miembro del Consejo de la Magistratura tiene fuertes vínculos con el Grupo Zuccolillo, al igual que algunos miembros de su fami­lia, como es el caso de su esposa Lixandra Zarza, que a través de sus redes presume de su cercanía con Natalia Zuccolillo. Esta heredó el poder y el control absoluto de los medios del grupo, tras el falleci­miento de su padre en agosto de 2018”, señala Hoy.

Romero Toledo representó como abogado al diario Abc Color en varios litigios entre los que se destaca el asesinato del corresponsal de Curuguaty, Pablo Medina, y la estudiante Antonia Almada.

Si bien Romero Toledo negó contar con el respaldo del grupo empre­sarial y adujo que tampoco era necesario ya que cuenta con una amplia trayectoria en el ámbito del derecho, los antecedentes no hacen más que alimentar las suspicacias, y más aún por el interés del Grupo Zuccolillo en los tres poderes del Estado.

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