Los problemas en el sistema respiratorio, son uno de los principales síntomas del Covid-19. El paciente con diagnóstico positivo y en estado grave, requiere ser sometido a un respirador, pero durante su traslado hasta el lugar donde será conectado, necesariamente precisará de uno manual, pero ante el grado de contagio del virus, la salud de los paramédicos quienes lo hacen funcionar, está en riesgo.
Por este motivo, es que un grupo de investigadores está trabajando actualmente en un proyecto para la automatización del sistema mecánico, es decir, para que el respirador ya no requiera de la asistencia de una persona para su funcionamiento.
Los proyectistas son investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), de la Facultad de Ingeniería (FIUNA), de la Facultad Politécnica, además, médicos del Hospital de Clínicas, profesionales de universidades privadas, del Parque Tecnológico Itaipú, estudiantes y egresados de la FIUNA. También colaboran en el proyecto, empresarios e ingenieros voluntarios.
“Ante un paciente con dificultad para respirar, el proceso inicial antes de colocarle en un respirador más avanzado, que hay poquísimo en el país y a nivel mundial, es colocarlo a un sistema manual que la persona va empleando, pero el problema con eso es que la persona corre el riesgo de infectarse con el virus. Lo que nosotros queremos hacer, es que el respirador sea automático, para evitar estar haciendo de manera manual y que permita así ayudar a los médicos”, manifestó Diego Stalder, docente investigador de la Facultad de Ingeniería (UNA).
El proyecto está en su primera etapa, comentó. Como son varias las personas interesadas en presentar su idea, hasta este viernes se están recibiendo los trabajos, los mismos serán evaluados por los profesionales, para luego escoger el más indicado para posteriormente ponerlo en marcha.
“Lo que nosotros queremos hacer es un diseño que sea fabricable aquí en Paraguay. Nuestro objetivo ahora es tener el mejor prototipo, la Facultad de Ingeniería está trabajando en uno y como hay otra gente que también quiere hacer, abrimos para que también lo puedan presentar. Junto con los ingenieros biomédicos vamos a analizar las propuestas y ver cuál es la mejor, a partir de eso le entregamos al Gobierno y a la Conacyt y a la gente que tenga la capacidad para construir”, explicó el profesional.
Adelantó que para la fase II, que consiste en la fabricación del equipo, ya se contactaron más de veinte empresarios interesados en su desarrollo. Se estima que una vez recepcionado todos los proyectos, llevará al menos tres días elegir el indicado.
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