Emocionado hasta más no poder, con lágrimas imposibles de detener, Justo Villar anunció su adiós de la Albirroja, luego de 19 largos años de muchas alegrías y tristezas.
Gustavo Morínigo convocó al arquero de 40 años para despedirse oficialmente en el amistoso ante Japón, el próximo 12 de junio en Austria.
Justo Villar no pudo contener las lágrimas tras tomar la decisión. Quebrado e invadido por una tristeza única al saber que dirá adiós a la camiseta más importante que ha defendido casi dos décadas, habló de la decisión que tomó y las sensaciones experimentadas en este momento.
“Es una sensación rara. Al saber que es la última vez que vas a estar convocado. Quería hacerlo de esta manera. Mi último partido fue en el 2016, cuando le ganamos a Argentina en Córdoba. Estoy agradecido de poder cerrar mi participación de esta manera. Me hubiese gustado hacerlo en Paraguay, pero mejor hacerlo ahora en competencia”, reflexionó el capitán guaraní en Sudáfrica 2010.
Villar dijo que deja toda una vida y es como despedirse de una familia dejar la selección. “Crecimos como familia. Acá (en la selección) somos familia, pasamos problemas, cumpleaños, lesiones, todo soportamos juntos. La selección me dio más cosas a mí, que yo a la selección”, expresó con la emoción a flor de piel.
Consultado si cuáles fueron sus mejores momentos en la Albirroja, Justo recordó varias escenas épicas que quedan en la memoria de todos. “Lo del Mundial 2010 fue maravilloso, la emoción después del partido ante Japón no se puede describir. La Copa América también fue increíble y quizás la última, ganarle a Argentina en Córdoba y atajar un penal. Esos recuerdos me lo voy a guardar siempre”, expresó emocionado, con un nudo en la garganta y con la voz quebrada, que dio fin a la charla con los medios.
Justo Villar confirmó que quiere seguir jugando en clubes y dependerá mucho de las lesiones. Si le permiten, quiere seguir dos a tres años más, aseguró.