Nueva York, Estados Unidos | AFP.
La china Zhang Shuai estuvo a un punto de partido de eliminar a la número uno mundial, la checa Karolina Pliskova, quien dio vuelta de manera dramática al tope para ganar el sábado en tres sets y avanzar a la cuarta ronda del Abierto de Estados Unidos de tenis.
Pliskova, subcampeona del pasado año, se impuso con parciales de 3-6, 7-5, 6-4, y ahora espera por el desenlace entre la estadounidene Jennifer Brady y la rumana Monica Niculescu.
La china tuvo el punto de partido en sus manos en el segundo set, pero lo dejó escapar cuando Pliskova metió un revés a contramano que empató, y luego definió con dos saques el punto para empatar 5-5.
"Vi que era el punto de partido y pensé que no había probado muchos (tiros) ganadores de derecha en la línea, eso es lo que hice. Puede que no tuviera otra oportunidad", dijo la tenista de 25 años.
"Se puso difícil al final del segundo set, así que esperé mis oportunidades", añadió.
Tras un peleado punto de 26 voleas, el más largo del partido, la checa se adelantó por primera vez, y luego quebró para llevarse el parcial 7-5 y empatar el duelo.
Tras respirar aliviada e irse al descanso, Pliskova requirió tratamiento médico por 10 minutos en su brazo derecho.
Las cosas no arrancaron bien en el tercero para la rubia checa, cuando Zhang arrancó quebrándole en el primer game, y tras defender su saque en cinco puntos se fue arriba 2-0.
La cara de frustración de Pliskova, y sus constante masajes en el brazo, eran indicativo de que la europea no estaba en su mejor día.
Sin embargo, la checa sacó a relucir su mayor bagaje en el circuito y fue remontando el partido para empatar e irse arriba, asegurando el triunfo con el último de sus 33 tiros ganadores, en 2 horas y 20 minutos.
De haber quedado eliminada el sábado, Pliskova también habría perdido su puesto de número uno del mundo a manos de la campeona de Wimbledon, la española Garbine Muguruza, que ya pasó a cuarta ronda el viernes.
Zhang, de 28 años de edad, buscaba el primer pasaje de su carrera a octavos de final de un US Open.
La asiática, que ya fue cuartofinalista del Abierto de Australia el pasado año, cayó víctima de sus nervios en los momentos cruciales al cometer 46 errores no forzados.