San Luis, Estados Unidos | AFP, por Shahzad ABDUL
Garry Kasparov, quien dominó los tableros de ajedrez durante quince años, estaba invicto este martes en el segundo día de su regreso a la competencia, aunque sin victorias, razón por la cual el ruso prometió volver a lo que lo convirtió en leyenda: el ataque.
El excampeón del mundo (1985-2000), que se permite un "paréntesis" en San Luis, Estados Unidos, después de 12 años de retiro, lleva 24 horas enfrentado a la nueva generación de jugadores.
Con 54 años y aspirando al trofeo de Rapid and Blitz, una competición oficial del circuito mundial, Kasparov jugó tres partidos que acabaron empatados el lunes, incluyendo uno particularmente esperado contra su compatriota de 27 años Serguéi Kariakin, gran esperanza del ajedrez.
"Al contrario de hace veinte años, estoy bastante satisfecho con tres tablas, el plan era sobrevivir al primer día", dijo este hombre natural de Azerbaiyán, tras competir con Kariakin, el estadounidense Hikaru Nakamura y el cubano Leinier Domínguez.
Pero el martes "seré más agresivo", prometió, dando a entender que podría volver a un juego más ofensivo y a esas partidas épicas en que se convertían sus enfrentamientos, en particular con su mayor contrincante Anatoli Karpov.
– Sacrificios –
Tendrá que hacerlo si quiere subir en la clasificación (actualmente séptimo de diez) y dar a su regreso, que es seguido hasta en los detalles más mínimos, una impronta simbólica: ceder la antorcha a una generación que continúa marcada por el sello que él imprimió a los tableros.
Después de un día de torneo en el que estuvo a la defensiva, los rivales de esta jornada, el armenio Levón Aronián, el ruso Yan Nepomniachtchi y el indio Viswanathan Anand –el otro "viejo" del torneo– quizás se enfrenten a un Kasparov capaz de sacrificios espectaculares y genialidades.
"Creo que con las blancas va a jugar de manera más ambiciosa. Ahora que entró en calor, se va a sentir más cómodo y en confianza", dijo a la AFP el martes Robert Hess, gran maestro de ajedrez estadounidense.
Hess estimó que Kasparov tiene que cambiar su estilo si quiere ir más lejos en la competición; en la jornada del lunes "no fue capaz de tomar la iniciativa" e incluso estuvo "perdido" en su tercera partida.
"Todos los adversarios son extremadamente fu
ertes, así que Garry definitivamente necesitará sacar su mejor juego si quiere conseguir algunas victorias", agregó, al tiempo que predijo un "día duro" para el antiguo campeón mundial.
– “Si se rasca el brazo…” –
Las partidas del martes comienzan a las 13H00 (18H00 GMT) en la gran ciudad de Missouri, y en opinión de muchos expertos, el ruso que una vez se enfrentó con el ordenador Deep Blue haría bien en lograr algunos puntos, porque el jueves la competencia se acelerará todavía más con nueve juegos cortos por día, un formato que podría poner en desventaja a quien conquistó la corona mundial ganando partidas interminables.
La emoción que acompaña la vuelta de la leyenda del ajedrez seguía vigente el martes en San Luis, adonde acudieron admiradores de Kasparov de todo el mundo.
Muchos de ellos, apretujados en una pequeña sala del Chess Club, donde tiene lugar del torneo, o sentados frente a alguna de las pantallas que retransmiten afuera las partidas, no podían disimular su alegría al ver a su campeón repetir gestos o adoptar posturas de su gran época: agarrase la cabeza con ambas manos, doblarse sobre el tablero…
"Si se rasca esta parte del brazo así…", comentó mientras lo imitaba Christopher Doty, un fan venido de Pennsylvania, "es que está preparando una jugada ofensiva".
Sólo falta que aparezcan las victorias para que Garry Kasparov haga honor, durante una semana, a su apodo del "Ogro de Bakú".