Tokio, Japón | AFP |
El Chapecoense perdió en el último suspiro ante el Urawa Red Diamons (1-0), este martes en Saitama, por un penal en el tiempo de descuento, que permitió al equipo japonés imponerse por la Copa Suruga.
El capitán de los nipones, Yuki Abe, transformó en el minuto 93 la pena máxima, muy protestada por los jugadores de la Chape, tras un derribo en el área del atacante esloveno Zlatan Ljubijankic por el defensa Douglas Grolli en el 87.
La Copa Suruga, una competición que se disputa desde 2008 por impulso de la Federación Japonesa de Fútbol, la liga del país asiático y la Confederación Sudamericana (Conmebol), mide anualmente al campeón de la última Copa de Japón con el de la Copa Sudamericana.
El Chapecoense afrontaba este partido nueve meses después de su tragedia aérea, con 71 personas fallecidas, cuando en noviembre de 2016 viajaba a Colombia para disputar la final de la Copa Sudamericana, de la que fue designado campeón como homenaje tras el drama.
Japón, que de las diez ediciones de la Suruga Cup vio cómo su representante se impone en seis, recupera el dominio después de que en los dos últimos años fueran campeones los representantes sudamericanos, el River Plate argentino en 2015 y el Santa Fe colombiano en 2016.
Solo un equipo brasileño fue campeón del torneo, el Internacional de Porto Alegre en 2009 con un 2-1 sobre el Oita Trinita. En 2013, el Sao Paulo perdió 3-2 frente al Kashima Antlers.
El Chapecoense llegaba al partido tras disputar dos amistosos ante equipos importantes de Europa, el Barcelona (5-0) y el Lyon (2-1).
A ráfagas
El choque entre Urawa y Chapecoense estuvo igualado y disputado, con más voluntad que calidad en varias fases del partido. En la primera parte, los locales estuvieron más preocupados por mantener el orden y en la segunda lo intentaron, sin mucho éxito, en esporádicos contragolpes.
Chapecoense lo intentó a ráfagas. En el 58, Arthur tuvo una doble ocasión, primero con un disparo que repelió el arquero y en el rechace, ya con poco ángulo, envió fuera. Un minuto después, Grolli envió alto de cabeza.
En el 77, Moisés Ribeiro, tras haber sido atendido con dolores en su pierna izquierda, fue cambiado.
El partido parecía dirigirse a la tanda de penales, ya que no había prórroga en caso de empate, pero el penal al final, acompañado de las protestas de los brasileños y momentos de gran confusión, cambiaron el guión y permitieron al Urawa conseguir el gol que les brindó el trofeo.
El partido se disputó en Saitama, en un estadio que traía buenos recuerdos al fútbol brasileño, ya que allí su selección ganó 1-0 a Turquía con gol de Ronaldo en las semifinales del Mundial de 2002, que la verdeamarilla terminó conquistando.
Antes del duelo de este martes fue homenajeado en el césped del estadio por los organizadores de la Copa Suruga una figura del fútbol brasileño, Zico, exjugador y entrenador del Kashima Antlers y exseleccionador de Japón.