• Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
  • MBA

A menudo, nuestra actividad laboral podría llegar a ocupar un lugar importante en nuestras vidas que hace que minimicemos todo lo demás. Nuestro deseo de triunfar profesionalmente es tan grande que incluso llegamos a olvidarnos de nosotros mismos ignorando casi por completo el necesario equilibrio personal y laboral.

Las nuevas tecnologías que permiten disponibilidad de los empleados las 24 horas del día, el miedo a perder el empleo y la cultura nociva del trabajo, han convertido a las jornadas de trabajo en interminables momentos de estrés en las que se vuelve cada vez más difícil alcanzar un equilibrio laboral y personal.

Sin embargo, los expertos están de acuerdo en una cosa: tener un equilibrio personal y profesional genera efectos positivos en la salud física, mental, e incluso profesional.

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Las ventajas de dicho equilibrio no solo benefician a los empleados, que podrían ver reducidos sus niveles de estrés. Aquellos empleadores que garantizan equilibrio personal y profesional en sus centros de trabajo obtienen a cambio trabajadores más leales, productivos y menor ausentismo.

Aunque dicho equilibrio puede significar cosas distintas para cada individuo, los especialistas en salud y trabajo coinciden en seguir ciertas estrategias para lograrlo de la mejor manera posible.

Desconéctate – Los mensajes y el correo electrónico han creado expectativas de disponibilidad a todas horas y la jornada de trabajo parece no tener fin.

• Es por eso que para lograr un buen equilibrio se hace necesario apagar o poner en silencio el teléfono y disfrutar el momento. Al no reaccionar ante las notificaciones del celular forjarás un hábito de resiliencia que te hará más tolerante al estrés; el primer paso para alcanzar el equilibrio personal y laboral.

Dile adiós al perfeccionismo - Muchos trabajadores sobresalientes desarrollan desde edades muy tempranas tendencias perfeccionistas.

Cuando jóvenes, no se tornan complicadas mantenerlo, pero a medida que crecen y el trabajo se vuelve más complicado y complejo, la perfección se torna casi imposible. El secreto para lograr el equilibrio laboral es que dejemos atrás el perfeccionismo y darle la bienvenida a la excelencia, que no es “perfecta” pero es suficiente.

Ejercicio físico regular: - Diariamente encontramos tiempo para las cosas más importantes de la vida como comer, asearnos y relajarnos, pero cuando buscamos equilibrio personal y laboral, a veces olvidamos de realizar ejercicios físicos que puedan beneficiar a nuestra mente y cuerpo.

Basta con tomarte 4 a 5 días a la semana no más de 30 minutos para ejercitar el cuerpo y apaciguar la mente. Puede ser en las mañanas o en las noches, el objetivo es despertar a tu sistema nervioso parasimpático y poner en marcha a tu cuerpo mientras te liberas del estrés y puedas crear endorfinas que es la hormona del placer y que nos produce energía para enfrentar el día a día.

No perdamos el tiempo - Una buena forma para lograr el equilibrio laboral y personal es priorizar nuestras actividades y distinguir entre las necesarias y las prescindibles.

Ello te permitirá identificar cuáles son las tareas verdaderamente importantes y a cuáles no deberás dedicarles más que unos minutos de tu tiempo.

Para lograr el equilibrio entre trabajo y vida personal solo hace falta dividir nuestra meta en pequeñas tareas que podamos cumplir todos los días.

No existe el equilibrio laboral y personal perfecto - Cuando hablamos de un balance entre ambos podemos imaginarnos teniendo un día de trabajo extremadamente productivo, salir temprano y pasar el resto de la tarde con la familia y los amigos.

Desafortunadamente, esto no siempre será posible, el trabajo y tiempo libre podrán variar de una semana a otra, por eso es importante que identifiques tus tiempos y te puedas adaptar a los cambios constantes para lograr tus metas.

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