- POR VIVIAN MIÑO FRUTOS
- Comunicadora y antropóloga
Puedo explicar las diferencias entre perspectivas estructuralistas y posestructuralistas en el análisis socio-antropológico, pero la ambigüedad de un simple –ahora– me supone múltiples cálculos probabilísticos para determinar la temporalidad correcta. En el mundo laboral, realizar una tarea “ahora” puede significar: inmediatamente, en algún momento de las próximas horas, día, o incluso en la semana; y puede implicar abandonar otra tarea para comenzar una nueva, terminar lo antes posible para realizar la nueva, o ambas o varias paralelamente sin ninguna especificidad temporal.
¿Están preparadas las personas autistas para un mundo laboral en el que descifrar “ahora” se vuelve determinante? O es el mundo laboral, o somos nosotras, pero la realidad es que solo entre el 15 % y el 25 % de las personas autistas se incorporan al mercado laboral. Personalmente, entré y salí rápidamente de ese porcentaje dos veces. Me despidieron dos veces como secretaria y recepcionista a pesar de que mis antiguos empleadores me contrataron por mis altas puntuaciones en las pruebas de “inteligencia” y mi fluidez en inglés, por la modesta suma de 1.800.000 guaraníes al mes. El desajuste, por tanto, no estaba en mi capacidad.
Paradójicamente, años más tarde encontré mi lugar, primero en el ámbito de la comunicación y luego en la antropología, disciplina que estudié en el Reino Unido con una beca Chevening.
Sin embargo, haber recibido una educación de calidad ha aumentado mis dificultades. Combinar técnicas de investigación antropológica y aplicarlas a la comunicación requiere un nivel de complejidad y calidad de trabajo muy infravalorado. Se valora más la productividad que la calidad. Una aplicación rápida y tangible, con resultados medibles a corto plazo, donde lo cualitativo pierde valor frente a la dictadura de lo cuantitativo. Echamos en falta los matices, los tonos y las preguntas fundamentales de sentidos.
Navegar el mundo laboral desde el autismo expone una tensión social y económica crucial: ¿Construimos sociedades solo a partir de mercados y valoramos a las personas solo por su utilidad y rentabilidad inmediatas? La verdadera inclusión requiere reconocer y hacer espacio a otros tipos de construcción sociales donde la diversidad social y biológica sean posibles.