- Por Jorge Torres Romero
- Columnista
Es absolutamente razonable la preocupación expresada por la Asociación de Bancos del Paraguay (Asoban) acerca de la mediatización del conflicto judicial entre el banco Atlas (Grupo Zuccolillo) y la empresa tecnológica itti (Grupo Vázquez). Este conflicto se encuentra en etapa de mediación, a partir de una medida cautelar obtenida por el banco, cuya fecha de caducidad vence el 14 de abril próximo.
Si para esta fecha no se logra conciliar, ambas partes deberán optar por otras vías para dirimir sus diferencias. Por un lado, itti reclama la violación de un contrato de usufructo de software, propiedad de la firma, que desde el 2004 viene utilizando el banco Atlas. itti realizó una auditoría sobre la vigencia contractual del uso del software y halló incumplimientos en las cláusulas pautadas. Por ello, advirtió al Banco Central del Paraguay (BCP) para que intervenga en la regularización; caso contrario, dejarían sin efecto el contrato que, por cierto, pondría en riesgo la operatividad del banco.
Ante esta situación, el banco Atlas recurrió a la Justicia a fin de solicitar una medida cautelar de no innovar sobre el contrato, hasta tanto se diriman las controversias. Sin embargo, el grupo Zuccolillo, antes de mostrar un “animus cooperandi”, utilizó sus medios de comunicación para emprender una campaña de desprestigio hacia la empresa itti y sus asociados. Es decir, el grupo empresarial del banco Atlas expuso de manera indirecta el problema, como una forma de presión lo que, obviamente, provocó la reacción de la firma atacada mediáticamente.
Lo reprochable es que un grupo empresarial malutilice el poder mediático como escenario para dirimir diferencias, hasta tanto se sustancie la mediación en el ámbito natural de definición de controversias.
El ataque mediático del grupo Zuccolillo a la empresa itti fue el disparador para la mediatización de un conflicto privado y esto conlleva a un ambiente de incertidumbre en el sistema financiero, como bien lo expresa en su comunicado la Asoban. La mediatización de este tipo de controversias conspira contra la salud del sistema financiero, que a partir de la crisis financiera del 95, llevó años y trabajo robustecerla.
El grupo Zuccolillo debe aprender a solucionar sus conflictos comerciales en las instancias que correspondan y adaptarse a las reglas de juego, no arrastrarlas a sus medios masivos para usarlos como herramienta de presión comercial. El Paraguay debe cuidar y seguir fortaleciendo su sistema financiero y la Asoban debe observar con claridad el inicio de la mediatización de un asunto tan delicado y sensible. Aquí nadie quiere el quiebre de nadie, sino el respeto a las reglas de juego. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.