En el documento de la acusación se hace un relato minucioso y pormenorizado de cómo, durante los años 2021 y 2022, el entonces presidente Abdo Benítez gestó un esquema que aspiraba a generar investigaciones penales en contra de figuras contrarias a su movimiento dentro del Partido Colorado.

Los fiscales Silvia González y Christian Benítez resaltan en su acusación que la hipótesis sostenida por el Ministerio Público se funda en los elementos probatorios que demuestran en forma cierta la existencia de los hechos punibles de asociación criminal, usurpación de funciones públicas, denuncia falsa y revelación de secretos de servicio, cometidos por Carlos Arregui, Arnaldo Giuzzio, René Fernández, Carmen Pereira, Daniel Farías Kronawetter, Guillermo Preda y Francisco Pereira Cohene.

El informe de extracción de datos de correos electrónicos, autorizado judicialmente el 24 de enero de 2024, fue una de las principales pruebas presentadas. La pericia, realizada por la ingeniera María Victoria Fleitas Valiente, permitió acceder a información crucial almacenada en el servidor de la Seprelad. Se extrajeron correos electrónicos y archivos adjuntos (Word, Excel y PDF) de los funcionarios implicados, entre ellos, Carlos Arregui, Carmen Pereira, Guillermo Preda y Francisco Pereira Cohene, en el período comprendido entre diciembre de 2021 y junio de 2022.

Este procedimiento fue ejecutado en dos fases. La primera se llevó a cabo el 7 de febrero de 2024 bajo la supervisión del entonces fiscal de la causa Aldo Cantero, con apoyo del Laboratorio Forense. La segunda tuvo lugar el 28 de febrero del mismo año.

Los hallazgos de estas pericias pudieron armar la cronología del modus operandi durante el gobierno anterior. Los peritos informáticos lograron recuperar conversaciones internas y órdenes enviadas por altos funcionarios de la Seprelad, en las que se detallan instrucciones sobre cómo elaborar informes que perjudicarán a Cartes y sus empresas. Es decir, estas instrucciones eran direccionadas, en abierta violación a procedimientos de Seprelad.

Entre ellas, aparece la de Luis Gustavo López Velázquez, comisario principal de la Policía Nacional, quien señaló que informó al entonces comandante de la Policía Nacional, Luis Ignacio Arias, sobre un pedido de información proveniente de Panamá referente a Horacio Cartes. Según su declaración, Arias comunicó el pedido al presidente Abdo, quien instruyó que la información fuera canalizada a través del ministro de la Seprelad, Carlos Arregui.

Este pedido se filtró y generó el enojo de Panamá ya que se presentó la noticia como que existía una investigación en Panamá por lavado de dinero, cuando solo fue una consulta puntual y Cartes tenía antecedentes penales y judiciales.

Otros testimonios sumamente importantes fueron de los funcionarios de la Seprelad. Derlis Ruiz Báez describió cómo recibió órdenes directas de Guillermo Preda para buscar información en los sistemas de la institución y elaborar un informe, supuestamente, a solicitud de la Fiscalía panameña.

También Inés María Yambay Zárate, analista financiera de la Seprelad, testificó sobre su participación con Daniel Farías en la elaboración de un archivo de análisis financiero de la Tabacalera Tabesa SA, cuyo objetivo era vincular transacciones con posibles maniobras de justificación de fondos. Una vez culminado el trabajo se remitió a Guillermo Preda y a su vez a Derlis Ruiz a fin de que sea agregado al Informe de Inteligencia Financiera. Al agregarse al Informe de Inteligencia hicieron suposiciones antojadizas sin sustento probatorio para simular existencias de hechos punibles.

De igual modo, Rocío Celeste Peña Estigarribia, directora interna de la Dirección General de Análisis Financiero “A”, relató que su labor consistió en la minería de datos para elaborar informes de inteligencia financiera contra Horacio Cartes y empresas vinculadas. Esto sirvió de insumo para sostener el informe final falseado y fraguado.

Las pruebas obtenidas a partir de estas pericias y testimonios fortalecen la acusación de que durante el gobierno de Mario Abdo Benítez se estructuró un esquema de manipulación de investigaciones contra los adversarios políticos.

Pese a todas estas evidencias, la oposición defiende a Abdo, al igual que la prensa abdista cómplice del terrorrismo de Estado y que esta semana convoca a una marcha para defender al expresidente de la “persecución política”. Sumarse a la marcha, es sumarse a la defensa del corrupto gobierno de Abdo. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.

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