- Por Juan Carlos Dos Santos G.
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Desde que el presidente Donald Trump lanzó la idea de hacer de Groenlandia parte de la Unión Americana, este vasto territorio de más de 2.000.000 de km², a mitad de camino entre América del Norte y Europa, se ha puesto de moda en las noticias.
Y es que Groenlandia, la isla más extensa del planeta, con poco más de 55 mil habitantes, tiene una enorme importancia en materia estratégico, por su tamaño, por su ubicación y por sus recursos.
El anuncio, la idea o la intención de Trump sacudió de su letargo al reino de Dinamarca, administrativamente responsable del territorio, aún cuando países como Islandia, Irlanda, Noruega y Canadá estén más próximos, geográficamente hablando, que Dinamarca.
Los daneses han dicho reiteradamente que no van a ceder su soberanía sobre la isla, pero ¿que dice el pueblo groenlandés sobre esto?
El pasado 12 de marzo, hace casi una semana, las elecciones celebradas en la isla han dejado un mensaje muy claro y que los daneses deberían tomar nota.
Para comenzar, a pesar de la poca cantidad de habitantes que tiene Groenlandia, estas elecciones fueron las más altas en cuanto a participación ciudadana, lo que demuestra el interés por la situación que de un día para otro los ha puesto en el centro de las noticias mundiales.
Los resultados han sido más que elocuentes, pues Demokraatit, un partido opositor al actual gobierno y cuya ideología y agenda está muy vinculada al independentismo, tuvo un crecimiento del 9 % (2021) al casi 30 %, convirtiéndose en el ganador indiscutible de las elecciones.
Demokraatit no es partidario de una independencia de un solo golpe, sino más bien gradual hasta lograr que los groenlandeses puedan regir por su cuenta el destino de lo que sería, uno de los países con mayor extensión territorial, por encima de países como Argentina o México, pero con una población incluso menor a la del departamento de Boquerón, en el Chaco paraguayo (71.000 habitantes aproximadamente).
Siguiendo con el resultado de las elecciones y su mensaje para Dinamarca, sobre todo, el segundo lugar en esas elecciones fue para el partido Naleraq (24,5 %).
Este partido también es independentista, pero difiere en el modo de hacerlo. Para Naleraq, no hay que pensarlo dos veces, hay que independizarse de Dinamarca lo antes posible.
Naleraq solo había obtenido el 12 % de los votos en 2021 y los partidos que conformaban el gobierno de la isla cayeron a niveles inferiores históricos.
El parlamento de Groenlandia estará compuesto por una mayoría (55 %) de independentistas, quienes están de acuerdo en hacerlo (dejar de vincularse con Dinamarca) y solo difieren en el modo y el tiempo para lograrlo.
Groenlandia nunca ha sido del todo valorada en los libros de historia, al menos no lo suficiente, teniendo en cuenta que probablemente desde allí habrían partido las primeras expediciones europeas que llegaron al continente americano, mucho antes que lo haga el enviado de la Corona Española, probablemente cinco siglos antes.
Otro detalle que es importante no dejar pasar es referido al vínculo entre los isleños y Estados Unidos y que es mucho más fuerte de lo que se cuenta. Groenlandia fue protegida y administrada por el gobierno de Franklin Delano Roosevelt, durante la II Guerra Mundial, y este hecho fortaleció mucho más la conexión entre ellos. Sin dudas, quien logre controlar Groenlandia, daría un paso enorme hacia un sólido posicionamiento global.
Las tierras raras, el uranio y su ubicación estratégica en el Ártico hacen hoy de Groenlandia la “joya de la corona” que podría ser disputada en muy poco tiempo.