• Prof. Diego Marconatto
  • Profesor del Máster y del Doctorado Profesional de la FDC, Brasil

Crises are the new black.

Las crisis se han convertido en la nueva normalidad. Desastres naturales, montañas rusas en la economía, sacudidas geopolíticas, convulsiones sociales, tecnologías disruptivas que destruyen industrias enteras y epidemias sanitarias son cada vez más frecuentes. Los contextos de negocios realmente estables y previsibles han quedado en el pasado. Para garantizar su permanencia, todas las empresas deben saber cómo actuar en esta nueva realidad, cada vez más dinámica y radicalmente incierta.

En este escenario, que avanza a un ritmo acelerado, la resiliencia y la flexibilidad han dejado de ser términos atractivos para convertirse en competencias esenciales de supervivencia. La evolución tecnológica y la hiperconectividad de los mercados han alcanzado un punto en el que nadie sabe cuál será la próxima revolución que nos espera el próximo año (o la próxima semana...).

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Pero ¿cómo actuar cuando tu negocio es golpeado por un tsunami de proporciones devastadoras, como el que se vio en la crisis de la bolsa estadounidense de 2008 o en la pandemia de covid-19?

A partir de 2020, el año que marcó el mayor desastre sanitario de la historia moderna, varios investigadores han intentado comprender cuál es la estrategia más efectiva para garantizar la supervivencia e incluso el crecimiento de las empresas en entornos caóticos. El artículo de Wenzel y sus colegas, publicado en la revista científica de estrategia más prestigiosa del mundo, el Strategic Management Journal, ofrece un resumen poderoso sobre este contexto.

Ellos indican que las empresas que atraviesan tormentas suelen optar por uno de cuatro caminos diferentes. El primero es el atrincheramiento: una drástica reducción de costos y preservación de recursos. El segundo es la persistencia, es decir, mantener el rumbo deseado, una estrategia viable para empresas con suficiente respaldo financiero (léase: bolsillos profundos). En tercer lugar, está la estrategia de la innovación. Muchas empresas se reinventan durante las crisis, transformando incluso su modelo de negocio. La última opción es la retirada, cuando las compañías perciben que la probabilidad de hundirse es demasiado alta.

¿Cuál de estos cuatro caminos es el más prometedor?

Un estudio de gran magnitud publicado en el último trimestre del año pasado ofrece una respuesta contundente. Analizando prácticamente toda la población de pymes belgas a lo largo de la década iniciada con la crisis de 2008, investigadores europeos y estadounidenses descubrieron que adoptar una postura agresiva (medida por el nivel de inversión de las empresas) durante la crisis aumentó sustancialmente la probabilidad de supervivencia de los negocios.

En nuestra investigación con pymes brasileñas que atravesaron el desastre de la pandemia, mis colegas y yo encontramos evidencias muy similares. Nuestros hallazgos nos llevaron a concluir que “las pymes deben evitar la falsa esperanza que ofrece una estrategia de atrincheramiento [...]. Pueden tener más posibilidades de éxito si abrazan la vulnerabilidad implícita en la búsqueda del crecimiento”. Como escribimos al final de nuestro estudio: “Esta no es una tarea sencilla, pero la evidencia indica que, cuando el contexto de negocios se torna desastroso, jugar a lo seguro significa jugar con valentía”.

¿Qué significa jugar con valentía en medio del caos? Significa invertir, innovar, creer, persistir, perseverar.

En definitiva, parece que aquel dicho popular también aplica a los negocios: el mundo es de Dios y Él lo presta a los fuertes.

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